El videoclip como lo conocemos hoy en día se introdujo en la sociedad de una forma paulatina, donde los jóvenes eran los principales consumidores. La compañía Warner Cable, viendo la proyección que los videoclips tenían en el público más joven, incorporó en su canal juvenil Nickelodeon un programa semanal dedicado a la música llamado Popclips, donde se emitía un gran número de videoclips de músicos financiados por ésta compañía, por lo que la función principal era la promoción de sus propios productos. Viendo el éxito de este programa, la compañía Warner creó un canal dedicado específicamente a emitir videoclips las 24 horas del día. Había nacido la MTV (Music Television). La MTV es un canal temático orientado al público juvenil, pero también ha sido una importante productora que impuso unos estándares de calidad que fueron asumidos por su público y a la vez, un importante canal de difusión de los últimos lanzamientos discográficos.
Ante este panorama, muchos músicos se opusieron a grabar videoclips debido a el carácter comercial que contenía. Aún así el videoclips llegó a su consolidación gracias a la búsqueda de prestigio del cine y del video-arte. Algunos cienastas como Antonioni o John Landis se “pasaron” al formato del videoclip e incorporaron, como en el caso de Thriller de Michael Jackson, relatos basados en los géneros de terror dotándolos de una estructura narrativa lineal con un final sorprendente. El videoclip, que había surgido como vanguardia alternativa al cine, de nuevo se abraza con el séptimo arte y toma prestado la estructura narrativa para crear un híbrido entre el videoclip y el cine, aunque sigue predominando las características y formas del videoclip. Esto provocó un aumento en el presupuesto de la elaboración de videoclips lo que a su vez produjo un recelo por parte de las discográficas para financiarlos. Pero de nuevo fue Michael Jackson, con su canción Billie Jean, quien cambió la escena del videoclip. Al publicar Billie Jean en 1983, obtuvo unas cifras discretas. Como solución optaron por promocionar de nuevo disco pero junto a un videoclip multiplicando en esta ocasión las ventas. En ese momentos las productoras y discográficas se desprendieron de todo escepticismo y se decantaron por el nuevo modelo de promoción.
Llegaron los 90´s y el videoclip había consolidado definitivamente en la sociedad de masas haciendo que el propio género se estancara y perdiera el sentido primario con el que surgió primando la calidad estética y narrativa antes que la ruptura o novedad. Poco o nada ha cambiado el videoclip en estos años ya que ha mantenido sobre todo su esencia comercial. Podemos decir que el videoclip que hoy entendemos como tal es una de las variantes de la publicidad audiovisual ya que debe condensar su mensaje en pocos minutos. Es un objeto de marketing que vende una imagen más que un producto. A diferencia del spot publicitario, la función del videoclip no reside en la persuasión para la compra del producto si no que se encarga de difundirlo, de presentar un sonido visualmente atractivo.
Como hemos visto, el formato del videoclip se ha ido moldeando poco a poco tras las continuas transformaciones que ha sufrido convirtiéndose en un medio de expresión audiovisual heterogéneo, donde todo tipo de influencias y recursos son bien recibidos. Aún así vemos que el cine cobra especial protagonismo dentro de las transformaciones del videoclip siendo la principal influencia de éste. No debemos olvidar que, al igual que todo lo audiovisual, el videoclip nace del cine. Veremos, entonces, los recursos cinematográficos que toma prestados el videoclip y las diferencias que hay entre estos dos formatos.
Centrándonos en las interdependencias del cine y del videoclip observamos fácilmente que el medio potencial del cine es la imagen y el sonido está al servicio de ésta. En cambio en el videoclip el elemento central es la música tomando la imagen una función publicitaria al potenciar la música que se escucha. Explicado de una forma más simple, la diferencia entre el cine y el videoclip es que en el cine si se quita el sonido sigue siendo cine pero si en el videoclip se quita la música pierde todo el sentido. En definitiva las principales diferencias que existen son cuestiones de duración y de relación música-imagen. Pero vamos a dejar un lado las diferencias entre estos dos formatos para centrarnos en las relaciones existentes; la similitud es cuestión del metraje; al igual que los videoclips, las primeras películas duraban solo unos pocos minutos. En estos orígenes del cine observamos técnicas muy efectistas, mostrando imágenes impactantes y tremendistas. La función principal era llamar la atención en detrimento de una narración limitada y a veces inexistente, al igual que el videoclip.