Ilustración artística de una tormenta solar impactando Marte y arrancando iones de la atmósfera superior del planeta. Crédito: NASA/GSFC.
La misión MAVEN (Mars Atmosphere and Volatile Evolution) de la NASA ha identificado el proceso que parece haber desempeñado un rol clave en la transición del clima marciano desde un ambiente temprano cálido y húmedo que pudo haber albergado vida en la superficie hasta el planeta frío y árido que Marte es hoy.
Los datos de MAVEN han permitido a los investigadores determinar la velocidad a que actualmente la atmósfera marciana está perdiendo gas hacia el espacio debido a la actividad de las tormentas solares.
Las mediciones indican que el viento solar arranca gas a una tasa de aproximadamente 100 gramos por segundo, lo que podría parecer una cantidad despreciable, pero se convierte en una cantidad realmente significativa con el paso del tiempo. Esta erosión atmosférica aumenta de manera importante durante las tormentas solares, por lo que la tasa de pérdida pudo ser mucho mayor hace miles de millones de años cuando el Sol era más joven y también más activo.
Además, una serie de fuertes tormentas solares golpearon la atmósfera de Marte en marzo de 2015 y MAVEN descubrió que la pérdida se aceleró. La combinación de tasas de pérdida mayores y tormentas solares más fuertes en el pasado sugiere que la pérdida de atmósfera al espacio fue, probablemente, un proceso importante en el cambio del clima marciano.
El viento solar es un chorro de partículas, principalmente protones y electrones, que fluyen desde la atmósfera del Sol a una velocidad de aproximadamente 1,5 millones de kilómetros por hora. El campo magnético llevado por el viento solar puede generar un campo eléctrico cuando pasa por Marte. Este campo eléctrico acelera los átomos de un gas eléctricamente cargado, llamados iones, en la atmósfera superior de Marte e impulsarlos hacia el espacio.
MAVEN ha estado examinando cómo el viento solar y la luz ultravioleta arrancan gas desde la parte superior de la atmósfera del planeta. Nuevos resultados indican que la pérdida es experimentada en tres regiones diferentes del Planeta Rojo: bajo la “cola”, donde el viento solar fluye tras Marte, sobre los polos marcianos en una “pluma solar”, y desde una nube extensa de gas que rodea Marte. El equipo científico determinó que casi el 75% de los iones que escapan proceden de la región de la cola, y casi un 25% desde la región de la pluma, con una contribución menor desde la nube.
Numerosas investigaciones demuestran que el agua fue abundante en el pasado del Planeta Rojo, por lo que se cree que hace miles de millones de años Marte tenía una atmósfera tan densa y cálida como para albergar ríos, lagos y quizá océanos. MAVEN estudia el planeta para saber qué fue lo que le ocurrió a la atmósfera marciana.
Los resultados científicos de la misión aparecen en las ediciones del 5 de noviembre de 2015 de las revistas Science y Geophysical Research Letters.
Fuente: NASA