La investigación médica ha demostrado que existe una fuerte relación entre el vitiligo y el estrés. De acuerdo con la Dra. Esther Sternberg, MD, Directora del Programa Inmunológico Neural Integrativo de los Institutos Nacionales de Salud, el estrés crónico puede llevar a un aumento de la inflamación y exacerbación de las enfermedades autoinmunes.
La inflamación, que normalmente es utilizada por el cuerpo para combatir invasores extraños, puede volverse crónica debido a los altos y continuos niveles de estrés y realmente dañar los tejidos sanos del cuerpo.
Los glucocorticoides, u hormonas del estrés como se conocen popularmente, son un tipo de hormona esteroide producida por las glándulas suprarrenales del cuerpo para inhibir la inflamación, pero no siempre pueden hacer su trabajo cuando el estrés está involucrado.
La delicada interacción entre los sistemas nervioso, endocrino, hormonal y suprarrenal, y el sistema inmunológico es crítica para el funcionamiento adecuado del sistema inmunológico.
El estrés es, sin duda, una de las causas de vitiligo. En primer lugar, el sólo hecho de tener una enfermedad crónica crea estrés. Las enfermedades crónicas cambian la vida de una persona y agregan innumerables cargas, incluyendo la lucha por encontrar y mantener apoyo, crear y mantener una buena relación médico-paciente, lidiar con los síntomas y aprender a controlar la enfermedad en el día a día, y lidiar con las reacciones de amigos, familiares y/o colegas que no siempre entienden.
Otros factores estresantes vienen con el vitíligo. El ciclo recurrente de estrés y su impacto a lo largo de la vida de los pacientes con vitiligo han sido citados en muchos estudios. Uno de los estudios más recientes, realizado por Noh et al en 2013, involucró a 60 pacientes con vitíligo y un número igual de controles normales.
Los investigadores encontraron un nivel significativamente más alto de ansiedad general, conciencia corporal privada y disminución de la calidad de vida en pacientes con vitíligo en comparación con los controles saludables.
La documentación del impacto negativo sobre los encuentros sociales y las relaciones sexuales, así como una mayor incidencia de trastornos emocionales como la vergüenza, el enojo, la preocupación o la frustración, se ha citado con frecuencia en pacientes con vitiligo.
¿Qué eventos estresantes pueden afectar el vitiligo?
Los eventos estresantes citados en estos estudios incluyeron:
- La pérdida de seres queridos por muerte o separación
- La muerte u otra pérdida de un amigo cercano
- La reubicación que lleva a la pérdida de amigos, un trabajo y/o un entorno familiar
- Accidentes y lesiones
- Problemas matrimoniales o financieros
- Problemas “personales”
- Enfermedades físicas y cambios en los hábitos alimenticios o de sueño.
Es interesante notar que a veces un evento que es generalmente visto como positivo puede traer un gran estrés a la vida de alguien. Los ejemplos incluyen mudarse a una casa nueva, hacer renovaciones duraderas, mudarse a una nueva ciudad, comenzar un nuevo trabajo o escuela, o tener un bebé. También se ha demostrado que el ejercicio excesivo produce estrés con efectos negativos sobre el cuerpo y el sistema inmunológico.
Finalmente, mientras que a veces un factor estresante puede no ser suficiente para causar un estrés mayor junto con las repercusiones físicas, una combinación de factores estresantes juntos puede ser suficiente para crear un estrés mayor.
Estudio de la relación del vitiligo y el estrés
El estrés contribuyó a la aparición del vitiligo en el 61,4% de los pacientes en un estudio francés del 2012. El porcentaje fue más bajo para aquellos diagnosticados con vitíligo antes de la pubertad, pero todavía sorprendentemente alto con un 39%.
Un informe del 2008 de la Universidad de Belgrado en Serbia señaló que hasta un 80% de los pacientes con enfermedades autoinmunes no sólo informaron de un gran estrés emocional antes de la aparición de la enfermedad, sino que su enfermedad creó un estrés significativo en sus vidas, lo que condujo a un círculo vicioso de estrés-enfermedad-enfermedad-estrés.
Más del 65% de las pacientes con vitiligo y alopecia areata experimentaron eventos estresantes antes del diagnóstico, según un estudio realizado en Bucarest, Rumania, publicado en el 2007. Treinta y dos pacientes de vitiligo fueron incluidos en el estudio.
Una publicación del 2006 sobre un estudio dirigido por el King’s College de Londres encontró que un evento estresante precedió al diagnóstico de vitiligo en el 54% de las pacientes con vitiligo de un total de 87. Se les pidió a los participantes que citaran si pensaban que un evento estresante causaba su enfermedad y que describieran ese evento y el momento de los síntomas y el diagnóstico de la enfermedad.
Los resultados fueron estadísticamente significativos y consistentes con estudios anteriores; sin embargo, este estudio en particular no encontró que el estrés empeorara la enfermedad.
Un artículo de revisión del 2013 en World Journal of Dermatology resumió varios estudios que informaron que hasta el 65% de las pacientes con vitíligo citaron eventos estresantes antes del desarrollo de su enfermedad.