PUSE MI CORAZÓN Y MI ALMA EN MI TRABAJO Y HE PERDIDO LA CABEZA EN EL PROCESO de Vincent van Gogh
Pues sí, Vincent Van Gogh sólo vendió una obra en vida de las 900 que pintó en los 10 años que le dio al pincel antes de suicidarse. Bueno, es una afirmación verdadera porque es la única obra suya de la que está documentada su venta. Es una afirmación falsa porque hay cartas que dan a entender que vendió alguna más. Por otra parte, intercambió obras con otros artistas por materiales o comida, lo cual es una forma de mercadeo.
"El viñedo rojo" fue comprada en una exhibición en Bruselas por la artista belga Anna Boch. Se trata de un lienzo pintado al óleo que representa los viñedos del sudeste de Francia en la época de la vendimia de 1988. Sus medidas son 73×91 cms y lo dibujó en el interior del estudio. Anna tenía mucha pasta. Era, como su hermano Eugène, también pintora, mecenas y amiga de Van Goth.
No se sabe si por amistad, por ayudar a su poco reconocido y pobre amigo, o simplemente porque le gustó, que para eso están hechos los colores, lo adquirió por 400 francos. Cinco meses más tarde el artista se dijo que hasta aquí hemos llegado y se disparó en el pecho, muriendo 2 días más tarde. Y añado de mi cosecha: para una vez que tiene pasta se suicida, en fin.
Anna Boch conservó el cuadro hasta 1907. "El viñedo rojo" fue adquirido por el coleccionista de arte ruso Ivan Morosov por 30.000 francos, lo que da una idea de la fama que adquiríó Van Goth tras su muerte y también de la buena inversión que realizó su primera compradora. Dinero llama a dinero, ya se sabe. La colección de Marosov fue nacionalizada en 1918 y su masión convertida en museo público tras la Revolución Rusa.
En 1948 la obra fue trasladada al Museo Pushkin. Estuvo oculta hasta que se volvió a exponer al público tras la muerte de Stalin, ya que este sujeto no consideraba muy apropiado este tipo de arte (en otras palabras: que no le gustaba). Y ya esta, fin.