El virus de papiloma humano durante el embarazo

Por Zulema @MamaEsBloguera

Este virus afecta al ochenta por ciento de la población, ya que es actualmente uno de los más comunes. Lo cierto es que existen más de cien tipos diferentes de VPH, de los que treinta se transmiten mediante contacto sexual. Del resto, algunos son responsables del desarrollo de verrugas cutáneas de carácter normal.

En relación a las variantes que se transmiten mediante vía sexual, pueden dar lugar a la aparición de verrugas genitales, cambios precancerosos e incluso cáncer de cérvix, en el cuello de la matriz.


El virus del papiloma humano está muy extendido en la población


Normalmente se adquiere mediante el contacto con una persona que ya está infectada, tanto a través de una verruga en la zona genital como en la mano o en otra parte del cuerpo.

En algunos casos, dicho virus está en las células de la piel, por lo que puede transmitirse a otras personas incluso si no existen verrugas visibles.

En el caso de que se tengan antecedentes, la mujer deberá consultarlo con el obstetra antes incluso de quedarse embarazada, para que de ese modo, se lleve a cabo un control exhaustivo de las células de la zona durante los meses de gestación. Y es que, durante este periodo, el sistema inmunológico de la mujer se encuentra menos fuerte, por lo que existe mayor riesgo de que aparezcan estas verrugas, crezcan y se desarrollen con mayor rapidez.

En cuanto al tratamiento de este virus, lo habitual para llegar a extirpar estas verrugas es seguir alguna técnicas: ácido tricoroacético, ácido Bicloroacético, crioterapia o electrocauterización. Asimismo, estas terapias contribuyen a que desaparezcan pero no evitan que en el futuro vuelvan a salir. Sin embargo, los especialistas recomiendan que durante el embarazo, la mujer no se someta a ninguno de estos tipos de tratamientos contra el VPH. Así, y teniendo en cuenta que usualmente dichas verrugas genitales aparecen incluso durante el periodo de gestación, la mejor opción es esperar a dar a luz al bebé para luego tratarlas adecuadamente y sin miedo a dañar al bebé.

Y es que esta es una de las principales dudas que se plantean las mujeres en este caso: ¿puedo contagiar al bebé? Aún así, según estudios se afirma que el riesgo de llegar a transmitir dicha infección al bebé es bastante bajo y que, por ejemplo, no existe relación entre que la embarazada sufra el VPH y se den casos de abortos espontáneos, partos prematuros u otras complicaciones.

Aún así, si llegado el momento del parto, la mujer tuviera una verruga genital, se podría llevar a cabo una cesárea para evitar el contagio, aunque hay diferencia de opiniones, ya que hay médicos que consideran que no sería ni siquiera necesario. Aunque, en el caso de que las verrugas fuesen tan grandes que bloquearan el canal de parto y por consiguiente, no fuera posible dar a luz mediante la vía vaginal, sí se haría cesárea. También existe la posibilidad de que las verrugas sangren a medida que el bebé empiece a salir por el canal de parto. En estas situaciones se podría optar por esta opción, aunque sería el facultativo el que valore la situación.


Generalmente no hay ningún problema para el embarazo por tener antecedentes de VPH


Aún así, en la mayoría de casos de mujeres embarazadas con antecedentes de VPH o que incluso tengan verrugas genitales, no habrá mayor problema. De este modo, pueden ser embarazos normales e incluso con partos fáciles, sin complicaciones de ningún tipo.

Aún así, y aunque se ha incidido sobre la existencia de un riesgo mínimo, si finalmente el bebé se contagiara, en la mayoría de los casos, él mismo erradicaría el virus. También hay casos fuera de lo habitual en el que dichas verrugas las desarrollaría el pequeño en la garganta. A estos casos se les denomina con el nombre de papilomatosis respiratorio y conllevan cierta gravedad. Si se da esta situación tendría que ser tratado frecuentemente mediante cirugía laser para que las verrugas no lleguen a bloquear las vías respiratorias del pequeño.