*JUAN MARTORANO.
Resulta muy curioso, por lo menos para quien esto escribe, que así como no se hizo un análisis en profundidad de la derrota de las fuerzas revolucionarias el 6 de diciembre de 2015, en el marco de las elecciones parlamentarias escenificadas en la República Bolivariana de Venezuela, tampoco se haga una evaluación pormenorizada y concienzuda de los resultados de las elecciones de los y las constituyentistas del pasado domingo 30 de julio de 2017.
Y es en ese sentido, a una semana y un día de la celebración de estos comicios, que se observan muy pocas evaluaciones y apreciaciones. Y esto pudiera hacer que los actores inmersos en la actual coyuntura puedan perder las perspectivas sobre la disputa de la hegemonía en estos momentos.
Hasta tal punto, que hemos podido observar que la Asamblea Nacional Constituyente ha empezado con todos los hierros, y han estado ocurriendo toda una serie de pronunciamientos y de hechos, como el ataque al fuerte Paramacay en Valencia, estado Carabobo, los cuales serán objeto de mayores análisis en próximos artículos.
Pero, volviendo al tema del análisis de los resultados, ciertamente hacer una evaluación de los mismos es una tarea ardua y un tanto compleja, pues para estos comicios, como en ningún otro que se recuerde en nuestra historia republicana, hubo un poco más de 6.120 candidatos y candidatas admitidos y admitidas (3.546 aspirantes territoriales y 2.574 sectoriales) no son “conchas de ajo”, como dirían algunos y algunas.
Pero, en esta entrega, me quiero permitir destacar las apreciaciones del brillante periodista Clodovaldo Hernández, quien en su análisis respecto a estos resultados del pasado 30-J tocó un aspecto, para mí inédito, y un elemento por demás interesante, que tiene que ver con lo que él denominó “el voto castigo al revés”.
En esa tesis, nos explica Clodovaldo, nos recomienda a las fuerzas revolucionarias reflexionar acerca de lo que él consideró como el extraño fenómeno ocurrido en esa fecha, que se permitió denominar “el voto castigo al revés”.
Nos recuerda Hernández que el denominado “voto castigo” se da contra las malas gestiones e los gobiernos. Y el ejemplo más duro que le toco vivir a la Revolución Bolivariana en ese sentido fueron los comicios parlamentarios del 6 de diciembre de 2015, cuando nuestro pueblo castigó a los candidatos y candidatas chavistas a la Asamblea Nacional por los efectos devastadores de la guerra económica propiciada por la oposición, y por los errores y omisiones de nuestro gobierno.
Pues bien, con año y medio más de inmisericordes maltratos a la población en general, y en particular a los más pobres, era de esperarse que este “voto castigo” se expresara con mayor fuerza, en este caso con mayor abstención. Pero ocurrió que, al contrario, mucha gente salió a votar pero fue para castigar a la dirigencia de la oposición por sus desmanes en estos últimos cuatro meses y por su evidente participación en la guerra económica durante más de cuatro años.
Es ahí donde este excelso periodista nos recomienda al chavismo la valoración especial de la conducta de un importante segmento de nuestra población que ejecutó el “voto castigo” y entender que es un factor volátil. Igualmente nos recuerda Clodovaldo, que es muy probable que buena parte de quienes castigaron a nuestro gobierno en 2015 hayan castigado el domingo a la oposición. Es entonces, que se trata de compatriotas que deben ser conquistados y conquistadas realmente por la Revolución, más allá de las veleidades de las pequeñas “venganzas electorales”.
Totalmente de acuerdo con esta apreciación de Clodovaldo Hernández, y es por eso que me permití compartirla a través de estas líneas.
¡ Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!.
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
¡Hasta la Victoria Siempre!
*Abogado,Activista por los DerHumanos,Militante Revolu y dela Red Nacional Tuiter@s Socialistas ( http://.juanmartorano.blogspot com /http:juanmartorano.worpress.com).jmartoranoster@g mail ,j_martorano@hotmail.com , _. a . @juanmartorano ( en Tuiter