- ¿Y al final? ¿a quién has votado?
- El voto es secreto, Laura…
- Bueno, ya… pero me lo puedes decir, ¿no?
- Pues no, porque no te incumbe.
- Pero ¿cómo que no me incumbe? Todos los votos me incumben, los de todos los españoles… de los votos depende quién gane las elecciones, y eso me afecta…
- Que sí, que sí… pero que no te voy a decir a quién he votado. Pregúntale al resto de España, si quieres, a ver si te lo dicen…
- Pero si no me voy a enfadar…
- Ja… que no… ¡claro que te vas a enfadar!
- ¿Me voy a enfadar? ¿por qué? ¿¿no habrás votado al PP??
- ¿Y si lo he votado qué? ¿Qué pasa? ¿que es delito?
- Hombre, pues un poco de delito sí que sería… ¡un delito contra la democracia! Venga… ¿al PP no? ¿verdad? Dime que no, que me estás asustando.
-Pero ¿tú te estás oyendo? ¿votar es ir contra la democracia? Desde luego, últimamente estás en un plan… si es que no se puede dialogar contigo…
- ¿Que conmigo no se puede dialogar? ¿Cómo que no? No se puede dialogar contigo, que no me quieres contar a quién has votado… Además, es normal que lo quiera saber, me resultaría muy raro vivir con alguien opuesto a mí…
- Así que si no votamos a lo mismo, somos opuestos, ¿no? ¡Tócate las pelotas!
- Hombre… a lo mismo, no… pero a algo parecido. Si has votado al PSOE no es que me parezca bien… pero con alguien del PP no podría estar. Va contra mis principios.
- Vamos, que si voto al PP me dejas, ¿no? ¿Esa es tu idea de la tolerancia? ¿Esa es tu flexibilidad de pensamiento? Pues ya sabes porque no te quiero decir a quién he votado…
- Hombre, es que una cosa es ser tolerante y otra cosa es el PP… que es el enemigo… sería como dormir con el enemigo… Pero de todas formas, no sé porque te alteras tanto. Si no te voy a dejar porque no has votado al PP…
- Es que no lo entiendes, Laura… ¿no te das cuenta de lo grave que es lo que estás diciendo? ¿Dejarías de quererme si fuera del PP?
- Un poco sí… Supongo.
- Pues entonces es mejor que lo dejemos.
- ¿Dejarlo? Pero, ¿por qué? ¿sí que has votado al PP?
- No… No has entendido nada.