El periódico Granma pública una “emotiva” nota sobre una enfermera a la que un cochero le pide $5 para trasladarla a su casa. “Esto es oferta y demanda, señorita, lo toma o lo deja, y si no le cuadra se tiene que bajar”, le dijo el cuentapropista “sin corazón”.
Dice el periódico del Partido Comunista que “acostumbrados a las normas y los valores generados por la Revolución durante tantos años, la mayoría de los cubanos nos resistimos a convivir con tales conductas”. Se referirá al precio de la leche o el aceite en las tiendas de divisas del Estado?.
¿No tiene corazón el carretonero que cobra $5 pero tiene “solidaridad y la camaradería” el Estado que pide por un litro de aceite $60?. ¿O es que el carretonero que cobre los pasajes más baratos tiene descuento en las tiendas recaudadoras de divisas del Estado?.
Si el problema está en los altos precios, el que más tendría que bajarlos es el propio gobierno que aplica un impuesto del 240% a todos los productos de primera necesidad que se venden en divisas, lo cual provoca que esta pobre enfermera tampoco pueda adquirirlos.
Pero hay otro problema más de fondo. Como puede entenderse que un trabajador del sector de la Salud, el que más dinero aporta a la economía, unos U$D 8000 millones, no tenga un salario que le permita pagar U$D 0.20 para viajar a su casa en un carretón.
El Granma sigue en su línea de acusar de todos los problemas a los cuentapropistas, parece que le cuesta entender que el gobierno de Raúl Castro los considera parte de la economía nacional, no como un mal necesario sino como una pieza esencial del diseño del modelo futuro.
Publicado en Cartas desde Cuba
Fuente: Cubanos por el Mundo