De una vieja leyenda irlandesa
Zaratán
Cuando llegó a los oídos del misionero Brandán la noticia de la existencia de una isla maravillosa, camino al Paraíso Terrenal, decidió embarcarse junto a diecisiete monjes para tratar de encontrar la felicidad. Según cuenta la leyenda, mientras iban en viaje, fueron pasando por distintas islas agradables y misteriosas hasta que llegaron a un lugar perfecto para el descanso y allí acamparon. Prepararon el fuego y pusieron a asar las carnes de las aves que habían cazado. Los monjes estaban alegres, cada vez más convencidos de que estaban a punto de llegar al Paraíso Terrenal. Pero la aventura se les convirtió en desgracia cuando la isla comenzó a moverse y a hundirse en el mar. Desesperados, corrieron hasta alcanzar la nave y alejarse, mientras veían cómo la isla desaparecía en las profundidades. Recién ahí comprendieron que habían acampado sobre una gigantesca ballena, un monstruo conocido como el Zaratán. Desde entonces -San Brandán vivió a mediados del 500- se habla de la isla que aparece y desaparece y que fue vista durante siglos. El primer viaje de Simbad el marino, en el maravilloso libro de Las mil y una noches, narra una historia exactamente igual.