El Zumo de Torpedo

Por Grisom_es @JuanjoOrtizCruz
Es de sobra conocido que en situaciones de gran estrés el uso de bebidas alcohólicas está ampliamente extendido. Y los soldados siempre han recurrido a él como escape ante las atrocidades de la guerra.
Durante la Segunda Guerra Mundial el ejército alemán recurrió al consumo de drogas, como el Previtin, para que los soldados aguantasen las durísimas jornadas de combate, así como a bebidas alcohólicas como el aguardiente teutón Schnapps, de más de 30º de alcohol. El problema surgía cuando estas bebidas escaseaban. Muchos se arriesgaban a tomar sustitutos mucho menos saludables. Uno de los sustitutos era el alcohol metílico, tremendamente tóxico y muy consumido por las tropas. Entre los efectos que produce están la ceguera y hasta la muerte.
Las tropas del ejército rojo recurrían especialmente a Vodka, una bebida destilada de granos y plantas ricas en almidón, con un contenido alcohólico de hasta 50º. Los soldados del Imperio del Sol Naciente consumían su vino de arroz, llamado Sake. Los pilotos Kamikaze tomaban este alcohol en la ceremonia antes de su último vuelo.
Desde 1914 en la US Navy estaba prohibido el consumo de bebidas alcohólicas, pero los marinos siempre han sido famosos por su consumo exagerado de bebidas como el ron y en el caso de los submarinos aliados esto se llevó más allá cuando llegó la escasez de alcohol. Esta falta de "espirituosos” hizo que las tripulaciones  experimentaran con mejunjes similares a los alemanes.
En uno de esos submarinos que luchaban en el Pacífico alguien se fijó en los torpedos y decidió que habría que ordeñarlos.
Precisamente en ese frente era difícil hacerse con bebidas alcohólicas y en especial en el interior de un submarino. Así surgió la idea de aprovecharse del combustible de los torpedos. Los torpedos estaban propulsados por motores de vapor que funcionaban a base de alcohol metílico. Y decidió que para hacerse un cubata bien podía exprimir alguno de aquellos torpedos que tenían a bordo.
Como un reguero de pólvora, se corrió la voz y se acabó convirtiendo en moda. Los submarinistas robaban pequeñas cantidades de combustible de aquellos torpedos hasta obtener el volumen suficiente como para tomarse una copa. El alcohol “ordeñado” se combinaba con zumo de piña, naranja o con lo que le diese algo de sabor a aquellos cócteles. Popularmente aquel cóctel acabó llamándose Torpedo Juice (zumo de torpedo) y se propagó el reto de probarlo como muestra de hombría aunque le costase la salud al valiente que lo probaba.
El metanol era realmente peligroso para la salud y para evitar daños, corría el rumor de que se podía eliminar filtrándolo todo usando una rodaja muy gruesa de pan. Pero no era más que un mito, que no se podía demostrar.
Cuando los casos de marinos que empezaban a perder la visión, o padecer otros trastornos achacables al consumo de alcohol, los servicios médicos de la Armada comenzaron a sospechar y terminaron descubriendo el origen en el zumo de torpedo. Para evitar que las tripulaciones siguieran tomando esos brebajes tóxicos se decidió sustituir el metanol del combustible de los torpedos por aceite de Croton, que se obtiene de una planta con flores del mismo nombre. Es un aceite venenoso, urticante, purgativo y puede ser letal en cantidades significativas. Así que combinarlo con el alcohol no era lo más recomendable. Algunos de los efectos secundarios son calambres repentinos agudos, sangrado interno o la evacuación instantánea del contenido de los intestinos.
La Armada no contaba con el ingenio de las tripulaciones que fabricaron sus propios alambiques para separar el alcohol del aceite de Croton que se bautizaron como alambiques «Gilly», como los brebajes que destilaban. Tambien se escondían alambiques caseros en las salas de máquinas de los navíos de superficie donde se destilaban, entre otros, licores de patata o de arroz y zumo de uva, conocida como Tuba.
Finalmente en el año 1943 se estrenó un nuevo tipo de torpedo impulsado por un motor eléctrico denominado Mark 18, que aunque, en un principio, era menos eficaz al menos la tripulación ya no podía ordeñarlos para crear sus cócteles.
La receta original del zumo de torpedo combina dos partes de combustible para torpedo con tres partes de zumo de piña. La versión actual del zumo de torpedo la podemos tomar con tranquilidad, siempre y cuando no nos excedamos en su consumo y para prepararlo llenando un recipiente de mezcla con hielo y añadimos: 1 parte de Coñac, 1/2  de licor King's Ginger, 3/4 de zumo de limón y 3/4 de jarabe de Orgeat. Finalmente lo removemos y colamos en una copa de cóctel, complementado con trocitos de piña natural.
En Absolut Drinks podéis ver las recetas de otros cócteles llamados Torpedo.
¡Salud!
Para saber más:
Historias asombrosas de la Segunda Guerra Mundial, , de Jesús Hernández
Olds Salt Merchants
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Aceites Vegetales 10
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