El pasado domingo 10 de abril se realizaron las elecciones presidenciales en Perú, y en todos los medios se habla de una “verdadera fiesta democrática”, sin embargo, como a la protagonista de esas películas, a mí algo no me huele bien. Es más, me huele a podrido. Tal vez sea neurosis, pero los peruanos estamos tan acostumbrados a que nos den gato por liebre que no notaríamos la diferencia salvo que nos enseñen el pellejo.
Éste ha sido un proceso por demás accidentado, lleno de incidentes, desde los graves, como denuncias de corrupción que involucraban a la pareja presidencial, hasta los ridículos, como el “error” que se cometió en el diario oficial, El Peruano, al publicar un aviso de la ONPE pero usando el logo institucional de un humorista gráfico en lugar del oficial del organismo encargado de los procesos electorales en el país, porque hubo verdaderamente de todo. Pero llegó el día y … no pasó nada. Todo estuvo en calma, bueno, a excepción de las caras horrorizadas que pusieron la madre y la hijita de Keiko Fujimori, mientras miraban cómo la candidata hacía el desayuno con salchicha huachana, evidenciando que la señora sólo se acerca a la cocina de pasada a otra habitación. Pero salvo detalles anecdóticos, podría decir que fue la jornada electoral más calmada que he visto en muchos años. Y eso no es normal, luego de un proceso tan convulsivo y lleno de maniobras de todo tipo.
En general, en los centros de votación hubo de todo, denuncias no faltaban, pero en las noticias parecía que todo se extinguía como un fosforito encendido en medio de una tormenta …como si se tratara de un gran espejismo que nos convence que lo que vemos no existe en realidad.
¿De qué hablo exactamente? Bueno, a riesgo de ser considerada paranoica, expondré mis elementos de juicio, a ver si alguien se anima a corregirme o alentarme.
2.He visto y escuchado denuncias sobre hallazgo de votos ya marcados, de padrones duplicados, pero… parecen ser noticias que se diluyen en el silencio. Y a nadie le llama la atención porque así ha sido todo el proceso previo, toda la campaña electoral ha sido un circo tal, que ahora todo nos parece posible y ya nada nos llama la atención. Nos han anestesiado. Como si se tratara de una película de ciencia ficción, las reglas se fueron moviendo lentamente para favorecer a unos y descalificar a otros, de forma que terminemos con el actual resultado: dos candidatos que son más o menos lo mismo. Personalmente creo que las leyes electorales son un fiasco y que deberíamos ser más exigentes para no tener este desfile vergonzosos de minicandidaturas casi folklóricas que un presupuesto pobre como el nuestro no de puede permitir. Sin embargo el tema de fondo es que la ley sea la misma para todos, y el rigor con que se aplica también, lo que se puede poner en tela de juicio con muchos argumentos.
4.Sólo para rescatar un botón de una gran caja repleta de botones en el tema de Keiko Fujimori, me permito reseñar las declaraciones de Matilde Pinchi Pinchi, ex secretaria de Vladimiro Montesinos, al semanario independiente “Hildebrandt en sus trece”. En dicha entrevista Pinchi Pinchi aseguró que Alberto Fujimori utilizó varios métodos para pagar los estudios universitarios de sus hijos, con el dinero del Estado, y que “a veces era la propia Keiko quien recogía el dinero en el SIN”. Pero, claro, cuando conviene es hija de su padre, y cuando no conviene, ella no sabía nada.
7.Ahora, si echamos pluma o aguzamos la memoria… ¿cuándo fue la última vez que la mayoría de los periódicos estuvo bajo el control de una sola mano? Pues nada más ni nada menos que… ¡en el régimen de Alberto Fujimori! (y su socio Vladimiro Montesinos, claro está) quienes compraron la línea editorial de muchos medios de comunicación, como es público y conocido a través de los “vladivideos” y los juicios posteriormente realizados. ¿Coincidencia? Detesto siquiera considerarlo.
8.Uno a estas alturas piensa… pero… un fraude a estos niveles, ¡sería de película! Y estoy de acuerdo (esta parte es la que me cuesta más imaginar) pero para eso están los millones de papi. Claro, no de mi papi, sino del de Keiko. Y no lo digo yo. Fue el Consejo de Defensa Jurídica del Estado el que calculó en 6 mil millones de dólares el dinero que desapareció del Tesoro Público durante el gobierno de Fujimori (es decir, un tercio del Presupuesto General de la República). No es poco dinero, y sólo se ha recuperado menos del 10%. Aunque toda la familia Fujimori (hijos, cónyuges, nietos, hermanos, y el resto de la parentela) vive de las rentas y los negocios turbios hechos con dinero que nunca se sabía de dónde venía, no podrían gastar esa cifra ni haciendo bacanales diarios. Es demasiado dinero… salvo que pienses en hacer cosas… de película, que sólo con esa burrada de plata se pueden comprar.
Desde las esterilizaciones clandestinas y forzosas, hasta la privatización de empresas y bienes del Estado para favorecer a terceros, hasta el control de los medios de comunicación (creación de los diarios chicha y los psicosociales) y hasta de las fuerzas armadas por medios de corrupción, todas las denuncias a la fecha han sido comprobadas y la candidata no asume nunca una distancia, salvo que la coyuntura lo exija y en ese caso encuentra modos de beneficiarse con el alejamiento pero sin especificar su postura ni su criterio.
10. De PPK ¿qué se puede decir? Profesional muy exitoso y con amplio currículum, sin carisma, sin arraigo en la juventud, pronorteamericano, primera generación de su familia en el Perú (padre y madre extranjeros establecido en el,país) y lo más preocupante, luego de haber sido Ministro de Estado, Asesor de alto vuelo y candidato, esta vez parece que con posibilidades serias de gobernar, tiene sobre sí decenas de denuncias serias que nadie parece valorar.
Aquí algunas al vuelo:
- Una de ellas es la que sostiene que benefició a Hunt Oil, empresa privada que asesoró, para que exporte el gas de Camisea, a costa del desabastecimiento de gas para los peruanos, que debieron ser los primeros y más importantes beneficiarios, cuando fue ministro de Economía, durante el gobierno de Alejandro Toledo, contrato con el que el país estaría perdiendo millones de dólares en regalías ante el bajo valor de referencia del gas.
- Otra se refiere a la tan mentada renuncia a su nacionalidad estadounidense, a la que se comprometió en la campaña electoral del 2011, con cámaras de televisión registrando su ingreso a la embajada y demás parafernalia periodística, aunque luego, tras la victoria de Ollanta Humala, reconoció que no continuó con los trámites. Mejor dicho, mucho ruido y pocas nueces.
- Otra ha sido interpuesta por la Comisión de Transportes del Congreso a la Superintendencia de Transporte Terrestre de Personas, Carga y Mercancías (Sutran) y al propio Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) por un presunto monopolio que realizaría su empresa ‘Servosa’ en Apurímac, que estaría acaparando contratos con importantes mineras en el sur del Perú para el traslado de minerales.
- Una tal vez poco trascendente pero no menos interesante, es la de un excolaborador de PPK, Luis Teherán Poemape, quien fue su coordinador de juventudes en la campaña del 2011, y que lo denunció por despido arbitrario, irregularidades y maltrato.
- Y tal vez la más escandalosa, por reciente y por su dimensión internacional, sea la de estar involucrado en el caso Panamá Papers, de la mano del empresario Francisco Pardo Mesones, por los delitos de tráfico de influencias y abuso de autoridad ya que Kuczynski habría usado su función pública (presidente del Consejo de Ministros) para recomendar a Mesones durante el gobierno de Alejandro Toledo, sosteniendo que tendría vinculación con empresas off shore acusadas de lavado de activos y defraudación tributaria.
12. La cereza sobre el pastel. Pese a que el Congreso había aprobado la nueva Ley de Organizaciones Políticas, que imponía para las alianzas electorales una mayor exigencia de votación para que sus partidos integrantes permaneciera activos, aumentando el requisito del 5% para los partidos con 1% más por cada partido sumado a la alianza, lo que obligaba al APRA a superar el 7% de votación a nivel nacional (por tener 2 organizaciones adicionales: APRA+PPC+Vamos Perú), votación que no ha alcanzado, ahora resulta que no se aplicará dicha normativa, lo que, ¡qué suerte! Salvará al APRA y al PPC de la desaparición absoluta. La decisión se conoció el día 10 de abril (sí, no se equivoca, el mismo día de las elecciones!!) y sostiene que fue por votación ganada por mayoría (cuatro votos a favor y uno en contra) y con ello la valla electoral será 5% para todos los participantes en la contienda, es decir, no se aplicará el incremento para las alianzas fijado en la vigente Ley. ¿La razón? El JNE sostiene que no es válido aplicar el incremento de la valla, debido a que la norma fue promulgada el 18 de enero, después de que había vencido el plazo para la inscripción de alianzas electorales, el 12 de diciembre del año pasado… y nadie se dio cuenta hasta el 10 de abril de que había un problemilla con los plazos. Sin comentarios, que mi hígado ya no resiste.
Bueno, hubiese sido mejor que se fuera a algún país olvidado del orbe, pero, en fin, algo es algo…
Hay quienes consideran que estas elecciones son un fraude minucioso y muy bien armado, desde el inicio del proceso, eliminando paciente y metódicamente a quienes estorbaban y dejando a quienes permiten generar una apariencia de legalidad y de “contienda”, aunque sostienen que, en realidad, elegir, no hemos elegido nada ya que todo el tinglado ha estado preparado. Más que un tema político se trataría de uno económico, de los grandes grupos de poder que manejan no sólo nuestro humilde país, sino el mundo en general. Como se dice comúnmente: los que tiene la sartén por el mango… De ser cierto esto, la desesperanza es total.
Realmente no sé qué pensar… ¿Qué crees tú?