Seguramente muy pocas personas saben que estamos en proceso electoral en la junta y en la asamblea del Colegio de Médicos de Barcelona (COMB). El desconocimiento no es casual, es una de las muchas estrategias que han utilizado las diferentes juntas continuistas para seguir controlando la institución. Efectivamente, aprovechando el revuelo de las elecciones autonómicas del día 21 y las fiestas navideñas, la actual junta convocó elecciones el pasado 14 de Diciembre. Con toda seguridad el próximo 14 de enero, y con mucha discreción, la misma junta continuista quedará de nuevo elegida sin votación porque no habrá candidatura opositora. El grupo COMB TU que supone el 42% de la asamblea de compromisarios hemos decidido no presentarnos en esta ocasión, por dos razones fundamentales.
La primera, porque desaprobamos que se siga utilizando el método de votación por sobres cuando el resto de colegios la ha abandonado por poco democrático. Como hemos denunciado repetidamente, este sistema no asegura que el voto sea secreto. Es un método utilizado tradicionalmente por los grupos que se perpetúan en las instituciones utilizando una estructura clientelar. El caso del Sr. Villar al frente de la Federación Española de Fútbol es un buen ejemplo. Nosotros impugnamos este método en las últimas elecciones convocadas en 2013 y desgraciadamente todavía no tenemos una sentencia definitiva que confirme la obviedad de que una organización que debe ser democrática para cumplir su función social no puede tener un método electoral que no cumpla unas mínimas garantías democráticas.
La segunda, porque no queremos que nuestra presencia en la asamblea de compromisarios sirva para aportar una imagen de normalidad democrática a una institución que no lo es mucho. Tradicionalmente las juntas del COMB han tomado las decisiones de forma totalmente autónoma sin aprovechar el conocimiento, la inteligencia y la energía que le aportarían los más de trescientos médicos y médicas de la asamblea. Por el contrario, el objetivo de la junta ha sido aburrirles para conseguir que se vayan. La cincuentena de personas que asistieron a la última asamblea demuestra que lo han conseguido. Lo hacen aportando informaciones tediosas y sin trascendencia, evitando abordar temas polémicos o sobreactuando ante toda opinión disidente por considerarla una agresión personal. Pero sobre todo, escondiendo datos a los que tiene derecho cualquier médico colegiado. Amparados en una muy personal interpretación de la ley de protección de datos se niegan, por ejemplo, a ofrecer información económica detallada. Impiden que los colegiados y los compromisarios sepan con qué y con quién se gastan su dinero.
Seguramente la junta actual vivirá como una victoria la ausencia de contrincantes electorales. Desde mi perspectiva es una de las muchas deficiencias democráticas de una institución que ha quedado secuestrada por una élite extractiva. Los que pasamos visita nos sentimos cada vez menos representados por la junta. No deja de ser curioso que hayamos entregado el colegio a un grupo de personas vinculadas a la propiedad y las direcciones de las empresas del sector público concertado ya los partidos que han gobernado la Generalitat. Quizás es por culpa de que el Sur de Europa consideramos alianzas estratégicas lo que el Norte de Europa llaman conflictos de interés. Es significativo por ejemplo que el presidente de la junta electoral, antiguo compañero de junta del actual candidato, tenga la oficina de la presidencia del Círculo de la Salud al mismo COMB donde también trabaja el hijo a la asesoría jurídica que controla el proceso electoral. Todo queda en casa.
Debemos entender que la solución a muchos de nuestros problemas profesionales actuales, como son la precariedad laboral o la falta de voz en las organizaciones sanitarias, también implican reformar el COMB. Tenemos que conseguir que deje de ser una organización exclusiva secuestrada por una élite extractiva y que se transforme en una institución moderna, inclusiva, democrática y transparente. La tarea no es fácil. Hemos comprobado que el sistema electoral poco democrático no lo permite. Tampoco han sido efectivas las ayudas pedidas a Departamento de Justicia y de Salud de la Generalitat. Dicen que no es de su competencia, que tenemos que ir a los tribunales. Ya lo hemos hecho por el proceso electoral pero no podemos poner demandas a cada uno de los aspectos que entendemos como abusos de poder.
Nosotros no tenemos prisa, esperaremos la sentencia judicial que nos permita participar en un proceso electoral, transparente, público, democrático y participativo que sirva para airear una institución en beneficio de la ciudadanía y la profesión
Joan Gené Joan Gené Badia (1955) doctor en medicina, especialista en Medicina de Familia y Comunitaria, actualmente realiza actividad asistencial en el ICS-CAPSBE y es Profesor asociado de Medicina de la Universidad de Barcelona y editor asociado de la Revista Atención Primaria. Es miembro del Observatorio OMS sobre Políticas de Salud y Servicios sanitarios. Ha participado en diversos proyectos de promoción de la atención primaria de salud de la Unión Europea, de la Organización Mundial de la Salud y del Banco Mundial. Ha sido miembro de las juntas gestoras que fundaron las Sociedades de Medicina de Familia en Cataluña (Presidente de CAMFiC), España (SEMFyC) y Europa (WONCA Europa) y ha ejercido como director del Equipo de Atención Primaria de Castelldefels y de la División de Atención Primaria del Instituto Catalán de la Salud. Es miembro correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y compromisario del COMB