A lo largo de nuestras vidas nos enfrentaremos a cientos de situaciones en las que nos veremos obligados a tomar una decisión, en las que será necesario elegir.
Para cada cosa que hacemos existe al menos otra opción diferente que podriamos haber elegido, pero escogemos una, algo nos impulsa a que en el momento de actuar lo hagamos de un modo y no de otro.
Elegir significa optar.
Elegir implica descartar.
Hay personas que por inseguridad, cuando llega el momento de decidir ponen la decisión en manos de otros, porque no pueden hacerlo.
Se desligan de la responsabilidad de las consecuencias que pueda traerle esa elección. Si tienen que elegir un vino piden opinión al vendedor quien termina siendo el que decide cuál se llevará su cliente inseguro, si tienen que elegir gafas, piden consejo a toda persona que se encuentre a su alrededor ¿esta me queda bien? ¿a vos qué te parece? ¿Va con el marco de mi cara?
Hay otro tipo de personas que parecen tener todo muy claro a la hora de elegir. Sea lo que sea, lo piensan rápidamente y no piensan demasiado en las consecuencias. Una vez tomada la decisión, lo demás se resolverá en su debido momento. Para mí estas son las personas que comúnmente denominamos “prácticas”.
No les resulta un problema elegir un vestido, una comida o con qué tarjeta pagarán la compra. Todo se resuelve en cuestión de segundos.
Elegimos estudiar una carrera, casarnos o no, tener o no tener hijos, elegimos el lugar en el que queremos vivir, elegimos tener una mascota, elegimos como vivir nuestra sexualidad.
La vida que queremos vivir, las personas de las que nos rodeamos, cada acto que realizamos es una elección. Y cada elección es única e irrepetible.
Hay circunstancias en las que una pequeña decisión puede modificar por completo el curso de los acontecimientos futuros, dónde elegir cara o cruz puede significar una vida feliz... o todo lo contrario
Qué bueno pensar que elegir puede llevarnos a un cambio, porque elegir significa CAMBIAR el futuro, es arriesgarse un poco y no quedarse en el camino dejando que las cosas pasen alrededor.
Elegir es en definitiva algo casi mágico que hará cambiar las cosas según el camino escogido, siempre guiados por nuestros deseos y convicciones.