Cabe por tanto hacer una pequeña reflexión acerca de cómo se arriba a una situación tan crítica como está, donde buena parte de los republicanos escapan del barco a últimas horas; y tenemos a los medios y a los artistas manifestándose de manera expresamente desesperada en un intento de motivar al electorado. ¿Cómo llego este personaje a ser el peligro más inminente? ¿Qué falla tanto en la democracia?
Guardando las proporciones, desde una perspectiva electoral, en Chile ya vivimos algo parecido, cuando salió de nuevo Bachelet. El problema fundamental del sistema es que no exige una mayoría absoluta de votantes, para la elección. Así, nuestra gordis, por ejemplo, gano con sólo el 25% del electorado, obteniendo la otra candidatura sólo un 15%. Cómo no se exige mayoría absoluta para una victoria electoral, el sistema no está obligando a los partidos a que propongan candidatos representativos; que convoquen. Así, los partidos pueden avocarse a la estrategia chica y el populismo.
El caso de EEUU con Trump es dramático porque el candidato es un mentiroso descarado, de modo que cobra cierta invulnerabilidad al argumento o escrutinio racional, apelando a una combinación entre ignorancia y rabia. Aunque en EEUU la elección debe ser por mayoría absoluta de los electores; los electores en cada estado son escogidos de acuerdo a las leyes locales. Si los estados escogen electores sin que la mayoría absoluta de la gente vaya a votar, puede ocurrir que salga Trump. Más aun, dado que Clinton no es una candidata que convoque, aunque muchos la prefieren por lejos a Trump, es muchísimo más difícil que la ciudadanía vaya a votar por un candidato que no los mueve. Por ejemplo, poner la esperanza en que las mujeres o los hombres de color no irán a votar por Trump puede no ser un descanso; lo que tienen que hacer es ir a votar por Clinton; los que si irán a votar, como siempre: son los ultra y los engañados. Lamentablemente, pareciera que algunas de las cartas de los Demócratas se guardaron por mucho tiempo, intentando forzar a los Republicanos a llevar a un mal candidato a competir. Cuando los políticos hacen esto, juegan con fuego, pero apostando, como siempre, con las fichas del resto de las personas.
Ahora, pongámonos en un escenario funesto: que Trump le saque a la luz algún fraude contundente a Clinton en lo que queda de campaña. Si esto ocurre, por ejemplo, tendremos que la cantidad de gente que Clinton movilice va a caer posiblemente bajo el umbral de fanatismo que Trump convoca. En este caso, sólo quedaría un inaudito milagro heróico de sinergia entre electores tránsfuga y el congreso, para evitar que Trump fuese a la Casa Blanca. El problema es que ya hemos visto dos casos recientes en los que la decisión popular ha terminado siendo sorpresivamente conservadora, reaccionaria, radical y nacional-proteccionista: la paz en Colombia y el Brexit. Sumado al punto deprimido de EEUU más la necesidad de cambiar que tiene el sistema per se; se podría estar caldeando el peor de los escenarios.
Yo lo doy por sentado acá, pero si Trump sale, va quedar la cagada. EEUU va a entrar en guerras, y muy posiblemente entre en una con China, que involucre a Rusia y Corea. EEUU ya no está en posición de imponer sus condiciones, por lo que la guerra va a ser contestada por China. Si Trump saliese, el sistema va a cambiar fuerte: la economía de EEUU se va a caer del todo; los sistemas electorales deberán ser replanteados en términos de estabilidad y representación legítima; las democracias, reinterpretadas en términos de gestión, alcance, efectividad y eficiencia; la política, abandonada, como fin en si misma. Uno se queda pensado... Aparte de permitirles robar, ¿de que mierda sirve todo el sistema de partidos políticos si son cpaces de llevar a un pelotudo como este de candidato?