Sabemos entonces cinco cosas: que es mejor una huelga de un mes que 30 huelgas de un día; que nadie va a organizar a los ciudadanos si no se organizan ellas y ellos mismos; que hay que encontrar luchas que reflejen la lógica criminal del sistema y unirnos en torno a ellas; que caben todos menos los infiltrados del pesimismo y los violentos que trabajan, sabiéndolo o sin saberlo, para el sistema (sean mercenarios policiales o de la extrema derecha o encapuchados que no tienen la madurez política para diferenciar la lucha política y su rabia infantil). Blog de Juan Carlos Monedero (miembro de Podemos, 29 septiembre 2013).
1. Mucha gente que ha votado a Podemos ha sido como si dijeran: Estuvimos con el 15M, apoyamos la PAH y sus escraches antidesahucio, estuvimos con las movilizaciones del 22M y con las mareas ciudadanas, a pesar de los intentos de manipulación mediática y criminalización, a pesar de que les han llamado de todo... y por todo, estoy con ellos y ahora lo expreso mediante el voto.
Por lo que conozco, quienes constituyen Podemos son profesionales, estudiantes, gente que todavía no ha encontrado su primer trabajo, gente harta, gente cabreada por tanto ladrón como hay en este país. ¡Pero si este es el país de los ladrones! No se levanta uno sin ver un cargo que roba, un empresario que roba. Sí, todos los días hay un ladrón que procesan y que llevan, pero todavía muy pocos han sido condenados. J. Anguita (4 junio 2014).
2. El voto volátil. Podemos sabe que una parte de su voto es prestado y muy variable. Aunque el voto realmente no es de nadie, queremos decir que una parte de los votantes de Podemos pueden volver a votar al PSOE en cuanto éste se renueve un poco y salga del abismo actual. Y otra parte del voto se volverá a abstener en cuanto salga cualquier cosa que no les guste en la tele o Internet sobre el nuevo partido. El Psoe está en su suelo porque ahora mismo es una jaula de grillos, pero si algo saben es renovarse para seguir en lo mismo: cambiar su actual imagen carcamal, poner a un secretario general joven... y muchos de sus ex volverán a votarle. Ha pasado otras veces con el voto cambiante entre IU y Psoe y ahora pasará con Podemos. Solo una ruptura interna podría cambiar las cosas en el Psoe y nada parece indicar que así pueda ser (excepto en Cataluña). El PSOE está dirigido por una gran maquinaria bien engrasada y acostumbrada al poder. Y como se justifican algunos socialistas “es que fuera hace mucho frío”.
Pero solo una parte del voto es ex-psoe. Podemos tiene voto propio en el sentido de que tiene a mucha gente convencida de que es un proyecto nuevo, democrático y más horizontal que lo hasta ahora conocido, que rompe con las estructuras y usos de la “vieja política”, caracterizada por la jerarquización, rigidez y conformada en familias, corrientes, etc. Muchos activistas de Podemos son gente madura que nació políticamente en los movimientos sociales del 0,7% y antiglobalización, que ya eran muy asamblearios, unitarios y horizontales, además de intergeneracionales. No olvidemos que Podemos ha tenido mucho voto joven pero que sus principales activistas son personas de 30 a 50 años (ver las asambleas de los círculos), con amplio currículum educativo y social. Que se han politizado y experimentado con los movimientos citados antiglobalización y luego contra la guerra de Irak y en muchas movilizaciones a nivel local: contra la especulación urbanística, defensa del medio ambiente, los centros socioculturales okupados etc. Hasta que llegó la crisis y el 15M y lo cambió todo. Y multiplicó la militancia político-social.
3. El mensaje de querer ser unitarios y a la vez plantear que “somos” algo totalmente distinto, que no tenemos nada que ver con los demás es de corto recorrido. La pureza de la virginidad es muy confortable, da mucha tranquilidad y buena imagen pero no se puede mantener mucho tiempo, sobre todo si se desea “crecer y multiplicarse”. Las contradicciones internas de Podemos saldrán y tendrá que tomar decisiones difíciles, inevitables en política. Y cuando se vaya perdiendo la virginidad muchos de los puros se irán alejando. Va a ser difícil pasar de un día para otro del “no nos representan” al “ahora si nos representan” y convencer a la gente que ahora sí.
Podemos ha nacido como un instrumento en manos de los ciudadanos, no como un partido más, yo sé que esto es muy difícil de entender. No queremos ser un partido más. Y en las próximas elecciones lo que tenemos que hacer es ponernos detrás de los ciudadanos. Pablo Iglesias (El País 16 junio 2014).
Decir “Podemos ha nacido como un instrumento en manos de los ciudadanos” queda muy bien pero ¿no es esto lo que dicen todos los partidos... que son un instrumento al servicio de la sociedad, que están para servir al pueblo, etc.? Como siempre habrá que ver lo hechos más que las palabras.
4. Las corrientes y las personas.
Y de hecho la elección de la comisión organizadora para el congreso de Podemos, en listas cerradas y bloqueadas de 26 miembros, ha sido un mal precedente. Con una alta participación, 55.000 votos electrónicos, el 87% votó a favor de la candidatura encabezada por Iglesias, pero esto ha sido un mal comienzo. No porque sean inevitables las discusiones colectivas, las corrientes, los grupos, grupitos o familias de cada organización. No, éste no es el problema. Las corrientes son legítimas y pueden mostrar diferencias ideológicas y/o concepciones políticas concretas colectivas, útiles para el debate (aunque en la mayoría de los casos son luchas por el poder). El problema es que sean estos grupos los que manden en cada organización y no los afiliados, activistas o inscritos. Si la vida de una organización está estructurada en corrientes y familias, cada vez que haya que elegir o decidir algo serán las cúpulas de estas corrientes las que se reunirán y decidirán.
Se necesita por tanto nuevas organizaciones donde las bases manden y para ello es necesario que puedan votar en cada caso concreto directamente y, cuando hay que elegir delegados o representantes u organizadores de algo, se pueda votar a las personas no a listas cerradas. Es fundamental porque el problema es de democracia: ¿quién manda: las personas o las negociaciones entre cúpulas?
Podemos tiene que optar entre crear un partido clásico, que gire en torno a un fuerte liderazgo, que sería su ruina a medio plazo, o hacer algo realmente nuevo, radicalmente democrático, donde manden más las personas que los grupitos.
5. En el camino de la pérdida de virginidad Podemos también tendrá que decidir entre hacer una política solo radical y pura, o radical pero pragmática, lo que implica negociar, pactar, ceder,... y gobernar donde sea posible, para conseguir objetivos deseables y cambios sociales reales. La PAH ha realizado una política radical y pragmática: ha paralizado directamente miles de desahucios, ha controlado que sus acciones no fueran violentas y a la vez ha sido cabeza visible de la ILP al Parlamento, de las propuestas a las instituciones.
6. El apoyo de algunos grupos de comunicación a los líderes de Podemos se irá diluyendo. En el fenómeno Podemos ha sido determinante el apoyo facilitado por grupos mediáticos como la Sexta (+diario Público) y la Cuatro. Parece que para ellos tenía una doble función: quitarle votos a IU y debilitar a Rubalcaba, para que de una vez diera el paso a una renovación en el Psoe que les dé posibilidades de volver a gobernar, con lo que estos grupos mediáticos recuperarían privilegios perdidos. La jugada les ha salido bien, perfecta, tanto que se han pasado en sus expectativas. Ahora el hijo del brujo puede superar al padre.
Los medios de comunicación, en todo el mundo, se mueven por dos objetivos principales: ganar audiencia (como sea) y servir a sus grupos político-empresariales. Lo uno no puede vivir sin lo otro. A todos los niveles. Y para los grandes medios pasa por apoyar a los partidos del sistema (ver por ejemplo el libro de M. Castells: Comunicación y Poder, 2010).
Por eso ya toca tratar a Pablo Iglesias no como hasta ahora, un magnífico tertuliano que atrae audiencia, si no como a un mero representante de un partido radical minoritario. Para que el experimento no se les vaya de las manos más de lo que ya se les ha ido, toca lanzar todo tipo de acusaciones: que si están subvencionados por Venezuela, que si es una amenaza totalitaria... (hasta algún iluminado se le ocurrió poner en los exámenes de lengua: argumentos para convencer a un amigo de que no vote a Podemos... aunque estas cosas aumentan su publicidad).
7. A pesar de estos obstáculos, que supondrán que Podemos va a tener todo tipo de problemas en su nacimiento y desarrollo, broncas, escisiones y rupturas,.... a pesar de todo, Podemos seguirá consolidándose como partido. Se equivocan los que dicen que durará poco o que quedará como marginal, sin repercusión (igual dijeron sobre el 15M). Hay mucha gente experimentada trabajando en ese proyecto.
8. Podemos o Pablemos. La última debilidad que señalo es bien conocida: girar en torno a un único líder. (Algunos estarán pensando: Como se nos ponga malito aviaos [averiaos] estamos, qué hacemos ¿le clonamos?).
Aspecto a debatir para los programas de mínimos: rotación obligada de portavoces y delegados. Limitación de tiempo en los cargos, tanto los de representación institucional como los internos. Para evitar los profesionales de la política, los hiperliderazgos y la creación de nuevos aparatos. Se pueden incluir propuestas para que en la legislación se fije un tope máximo en la duración de todos los cargos representativos (por ejemplo ocho años). Es algo que tienen numerosas legislaciones. Y que esto se cumpla taxativamente a nivel interno. Si no hay renovación y cambio de las personas dirigentes puede ser legal (y legítimo en situaciones excepcionales) pero hay que reconocer que es un fracaso democrático, y de los sistemas de representación. Creo sinceramente que es algo defendible aquí y en todas partes (desde Madrid a cualquier país y ciudad, de Europa a América y Cuba, pasando por Marinaleda).
9. ¿Candidaturas unitarias?
Los movimientos sociales son irrepresentables. Nosotros no existiríamos sin el 15-M porque cambió la vida política. Las municipales me parecen muy importantes, pero no tengo claro que nuestra participación tenga que ser tan convencional como algunos piensan. P. Iglesias (País, 16 junio 2014).
Yo no creo ya a estas alturas que ninguna fuerza política pueda resolver el problema, es el contrapoder ciudadano, estas fuerzas -entre ellas la mía, Podemos o Equo, las que pueden constituirse en garantes de que el proceso se va a iniciar, para actuar como levadura. Fíjese que palabra estoy utilizando: nada de vanguardia... levadura, simplemente para animar a los ciudadanos desde el ejemplo, desde compartir un programa común que sometan a debate para que la gente se lance a constituirse. La fuerza la van a ganar dirigiéndose a la ciudadanía. ...‘Ciudadanos, hemos llegado a un acuerdo, estos son los puntos que haríamos si gobernásemos: (...) Es muy sencillo; muy sencillo de decir, y muy difícil de hacer, porque significa romper los moldes de la política clásica. J. Anguita (Público, 4 junio 2014).
Finalmente decir que el cambio habido en el mapa electoral puede aportar algunas lecciones a todas las izquierdas. Hay que recordar que apenas un 3% de la población española está afiliada a algún partido político, mientras que millones de personas se han movilizado en los últimos años, en contra de los recortes o a favor de un cambio (datos del CIS, oct 2013). Esto significa, entre otras cosas, que una minoría muy importante y creciente de la ciudadanía está politizada pero rechaza el modelo tradicional de militancia, de estructuras partidistas jerárquicas, pero sí está a favor de participar en modelos de democracia directa, participativa y por objetivos concretos. En la medida en que haya partidos y sindicatos que creen estructuras organizativas democráticas y horizontales, estos activistas sociales darán el salto a la “política”. Para decirlo con más exactitud: pasarán del activismo político–social a estar también en el político-electoral, y esperemos que no abandonen el primero. Si a esto le sumamos mensajes claros y personas honradas, veremos como las posibilidades de Podemos, Izquierda Unida-Plural y de otros como Equo-Compromís, con candidaturas unitarias más amplias, no han hecho nada más que empezar. Las posibilidades de cambio están ahí y No Podemos desaprovecharlas.