*JUAN MARTORANO.
Como lo expresa el compañero y camarada Nestor Francia, el enemigo nos ha puesto un peine con el tema de
Mario Silva.Nuestro Gobierno y nuestra dirigencia han actuado de manera correcta cuando han escogido no sobredimensionar la matriz divisionista y desacreditadora que ha tomado este caso como caldo de cultivo. Algunos han caído mansamente en la trampa que nos han montado, despotricando alegremente de nuestra dirigencia fomentando la división y desprestigio a nuestro Gobierno. Aquí cabría hacernos las mismas preguntas que hace Nestor, y que me parecen medulares, de cara al momento particularmente complejo que estamos viviendo en nuestro país, en medio de esta tragedia histórica que representa la ausencia física del Presidente Eterno e Inmortal, Hugo Chávez.
¿Estamos diciendo que no hay problemas, algunos graves, en la Revolución? ¿Estamos señalando que no hay tendencias y corrientes en el Partido y en el Gobierno? Sin duda, mucho de los problemas que tenemos se debe a la ausencia de un gran debate político-ideológico profundo, serio, que nos aclare un poco el panorama de donde estamos y hacia donde vamos, y la oportunidad del Congreso Ideológico del PSUV para el año 2014 anunciado por el 1er Vicepresidente del PSUV, camarada Diosdado Cabello, sería una oportunidad de oro para ello.
Mario Silva no se puede negar que ha venido cumpliendo un rol y un papel dentro de la Revolución, más allá de que su estilo guste a algunos y a otros les parezca un vómito, con aciertos y errores, como cualquiera de nosotros que nos hemos desempeñado en lides comunicacionales de alguna u otra manera, pero hasta ahí. No podemos convertirlo en “el problema” de la Revolución Bolivariana, porque sino estaríamos muy mal. Si Chávez no es imprescindible en lo general, mucho menos lo es Mario Silva en las pantallas de VTV. Ya él expreso que buscará otros espacios para comunicarse, y ya lo empezó a hacer en su programa de radio en Makunai Makariña “En el Nido del Cuco” transmitido de 4 a 6 de la tarde, y es su derecho. Pero nuestro pueblo real, el mayoritario, el de a pie, de lo que está verdaderamente pendiente es de la solución de sus problemas. Y su vanguardia social, su parte más consciente, definiciones de largo aliento que nos iluminen el camino.
Luego de esta introducción, de estos comentarios, y precisamente en el marco de lo que se va avizorando en el horizonte, es que quiero adentrarme en un tema, que dentro de una semana copara buena parte de los diarios, y pese a ser una coyuntura, de cara al momento político que vivimos actualmente en el país, adquiere una importancia y unos ribetes de carácter estratégico que es importante no perder de vista.
La verificación ciudadana fase II, o auditoría del restante 46% de las cajas de resguardo que utilizamos en las elecciones presidenciales del 14 de abril pasado le resta una semana y media para culminar, y cuando se confirmen los resultados de ésta, archiconocidos por todo el país, el CNE se avocará a la convocatoria formal de las Elecciones Municipales para elegir a los nuevos alcaldes de los 335 municipios de nuestro país, 2 Alcaldes Metropolitanos, y a los nuevos integrantes de los Concejos Municipales en nuestro país.
Estas elecciones son extremadamente importantes para nuestro país, no sólo porque se trata de elegir a las autoridades más cercanas a nuestro pueblo, los que viven mucho más que cualquiera la cotidianidad de los problemas de la gente, y sobre todo los que tienen la mayor responsabilidad en la construcción y el impulso del Estado Comunal, que creo imprescindible en este momento impulsar y apoyar.
Hemos expresado en artículos anteriores, que la oposición venezolana jugará y ensayará formas legales y no legales de lucha. En esa variopinta y diversa oposición venezolana, hay sectores que juegan por la vía electoral, claro, porque las elecciones en nuestro país, tal y como están planteadas, con su lógica y por buena parte de sus disposiciones legales vigentes, tienen un sello claramente burgués, y eso será así durante mucho tiempo.
Y expresamos, que ese sector, aprovechando la ausencia de Chávez, y además de tratar de imponernos su agenda, buscará jugar más inteligente que nosotros, por eso es que tienen sus objetivos muy claros: Ya están pensando de cara a esas elecciones municipales que, de acuerdo a informaciones extraoficiales, el CNE estaría manejando 3 fechas tentativas para su realización: 17 de noviembre, 24 de noviembre o el 1 de diciembre; las elecciones parlamentarias del año 2015, en donde ellos sin duda buscarán cambiar la actual correlación de fuerzas del parlamento venezolano, y poder desde ahí dar un golpe legislativo del corte tipo Honduras (2009) o Paraguay (2012); y el revocatorio a Nicolás Maduro en el año 2016, o en su defecto, si el reformismo y el burocratismo se apoderan del Estado y del Gobierno, dejar gobernar a Nicolás sus seis (6) años, y derrotarnos electoralmente en el 2019 y ellos volver al poder. Sus objetivos están muy claros.
Pero para nosotros, es importante, porque debemos aprovecharlo para el debate ideológico y de gestión. Estas elecciones no tendrán la carga emotiva que tuvieron las presidenciales de hace poco más de un mes, serán un poco más racionales, y debemos aprovechar para vender nuestro proyecto e ideas de cara a la transformación de nuestro país y de la radicalización de nuestra Revolución.
Debemos aprovechar la coyuntura de estas elecciones municipales, para algunas precisiones constitucionales y políticas como las siguientes:
La actual Constitución nos garantiza en el Art. 62 que:
“Todos los ciudadanos y ciudadanas tienen el derecho de participar libremente en los asuntos públicos(…)La participación del pueblo en la formación, ejecución y control de la gestión pública es el medio necesario para lograr el protagonismo”. Omitir la participación del pueblo es secuestrar nuevamente el papel protagónico del soberano, y por reivindicar ese protagonismo, esa soberanía, es la razón histórica por la que hemos luchado y soñado innumerablemente como pueblo y por lo que han muerto muchos venezolanos y venezolanas.
Por su parte, el Art. 16 nos ordena:
“Con el fin de organizar políticamente la República, el territorio nacional se divide en el de los Estados(…)El territorio se organiza en Municipio”, por lo tanto, es el municipio el espacio territorial desde donde podemos ejercer organizadamente ese poder como pueblo. Además, nuestro papel protagónico es de tal magnitud, que debemos asumir como pueblo la conformación jurídica institucional nacional tal como nos lo garantiza el Art. 5 en su segunda parte:
“Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”.
El Art. 184 nos establece:
“La ley creará mecanismos abiertos y flexibles para que los Estados y los Municipios descentralicen y transfieran a las comunidades y grupos vecinales organizados los servicios que éstos gestionen previa demostración de su capacidad para prestarlos(…)”. Al reconocernos nosotros mismos como pueblo, estaremos expresando lo que siempre ha sido ese anhelo: ser nosotros mismos hacedores del proceso societario popular.
Queda bien claro el Art. 168 cuando nos admite:
“Los Municipios constituyen la unidad política primaria de la organización nacional(…)”. Entonces, cuál es la nueva visualización constitucional bolivariana del Municipio, surge en consecuencia la pregunta:
¿QUÉ ES EL MUNICIPIO BOLIVARIANO?
Dentro de la orientación de la doctrina bolivariana se produce el concepto
del Poder Público Municipal y del Municipio en la República Bolivariana de Venezuela, respectivamente como la facultad que tiene el pueblo para definir la política que debe desarrollar el Municipio en su delimitación territorial; elaborar y ejecutar los programas, proyectos y planes de trabajo; controlar y evaluar la ejecución de los mismos; elegir representantes para ejercer cargos públicos y conformar los órganos del poder público municipal: revocar el mandato y elaborar la normativa que rige al Municipio; en tanto que Municipio es la organización política primaria de la organización nacional de la República, con autonomía y personalidad jurídica propia, mediante la cual el pueblo ejerciendo directamente la soberanía, define ejecuta, controla y evalúa la gestión pública y sus resultados, en su jurisdicción territorial.
Ahora bien, para alcanzar y materializar el desarrollo, la prosperidad y bienestar de esa unidad espacial socio – política, los
procesos fundamentales son la educación y el trabajo. En otras palabras, construir a escala menor, la República Bolivariana de Venezuela. De allí, que el ordenamiento jurídico municipal así como su actuación se debe sustentar en
“la vida, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social(…)”.
Nuestro ejercicio de poder como pueblo en la
Administración Pública ha de estar apegado a la Doctrina Bolivariana y estar
“al servicio de los ciudadanos y ciudadanas y se fundamenta en los principios de honestidad, participación, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y responsabilidaden el ejercicio de la función pública(…)”. Entonces, el Art. 141 tiene que ver con el municipio, en tanto que el Art. 145:
“Los funcionarios públicos y funcionarias públicas están al servicio del Estado(…)” que no es otra cosa que la construcción institucional de la República Bolivariana de Venezuela cualquiera sea su escala de desempeño, nacional, estadal y municipal.
La actuación del Municipio en el ámbito de sus
competencias se
cumplirán incorporando la participación ciudadana (Art. 168).
De manera que la transparencia en la gerencia municipal y la rendición de cuenta además de ser principios constitucionales, aseguran un grado de eficiencia deseable en la inversión de los recursos públicos;
Los ciudadanos y ciudadanas (tenemos) derecho a ser informados e informadas-expresa el Art. 143-
oportuna y verazmente(…)sobre el estado de las actuaciones en que estén directamente interesados e interesadas, y a conocer las resoluciones definitivas que se adopten sobre el particular(…)No se permitirá censura alguna a los funcionarios públicos o funcionarias públicas que informen sobre asuntos bajo su responsabilidad” .
Las actuaciones del Municipio en el ámbito de sus competencias si no están refrendada y avaladas por el pueblo tienen carácter ilegal y apelable; serán legales solo cuando adquiera carácter popular con el cumplimiento de
la participación ciudadana para el proceso de definición y ejecución de la gestión pública así como al control y evaluación de sus resultados, en forma efectiva, suficiente y oportuna(…).
Es preciso recordar que la nueva visión y concepción municipal ha de emanar del poder y soberanía popular, tal como se desprende de la doctrina bolivariana. Ya que como decía Simón Bolívar en el Congreso de Angostura el 15 de Febrero de 1819:
“El sistema de gobierno más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad posible, mayor suma de seguridad social, mayor suma de estabilidad política”. Complementa El Libertador su pensamiento cuando asevera:
“No puede haber República donde el pueblo no esté seguro del ejercicio de sus propias facultades” (1821).
Creo que por aquí es en donde debemos centrar el debate, además de la lucha contra el burocratismo y la corrupción.
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!
*Abogado,Activista por los Derechos Humanos,Militante Revolucionario y de la Red Nacional de Tuiter@s Socialistas (RENTSOC). http:// juanmartorano.blogspot. com / http://juanmartorano. wordpr ess.com/ .jmartoranoster@ gmai l.com , j_martorano@ hotmail. com ,juan_ martoranocastillo@yahoo. com. ar . @juanmartorano (Cuenta en Tuiter).