Por Patricia García.- Ambito Financiero
El titular de la Legislatura porteña, Cristian Ritondo
Mientras define la fecha de elecciones, el macrismo da señales difusas a sus rivales. Por un lado está decidido a implementar el voto electrónico para la votación local, pero por otro también estudia una ley que le deje libertad a Mauricio Macri para convocar a los comicios cuando él quiera.En la Ciudad de Buenos Aires una ley impone que la elección de jefe y vicejefe de Gobierno se realice en una fecha diferente a la elección de autoridades nacionales. Para el PRO esa norma estaría contraponiéndose a la Constitución porteña, que dice que el jefe de Gobierno convoca a los comicios y, de acuerdo con su interpretación, si convoca lo hace cuando quiera.
De todos modos, si el PRO define juntar las elecciones en un mismo día, lo hará con una ley que contradiga la que está vigente.
Ese tipo de normas requiere mayoría especial de 40 votos y el PRO tiene 30. Busca en el kirchnerismo a su aliado para la movida, pero propone una picardía que aleja a sus rivales.
En las últimas horas el kirchnerismo transmitió su voluntad de sumarle votos al PRO para la ley que "unifique" los comicios, pero sería un proyecto que proponga hacer ese cambio "por única vez". Así, el kirchnerismo se garantizaría que después de sancionada la ley, Macri convoque a las elecciones porteñas el mismo día que a las nacionales.
Sin embargo, el PRO tiene previsto otro tipo de norma, un proyecto que derogue directamente la ley anterior. Se trata, creen en el kirchnerismo, de una picardía, que dejaría a Macri -si logra anular la ley vigente- en total libertad para convocar cuando él quisiera sin garantizarles ni a propios ni a ajenos que hará coincidir los comicios porteños con los nacionales.
Otra señal confusa del PRO es que publicará la reglamentación de la ley que impone el estreno de boleta única o voto electrónico en 2015 en la Ciudad de Buenos Aires. Ese sistema sólo se puede aplicar en votación separada de la nacional.
Por ahora se analiza un sistema mediante computadora que permita imprimir en el cuarto oscuro la boleta única con el voto. Se trataría de un sistema de doble lectura, que comienza de una manera sencilla para que el elector se familiarice con la novedad pero al mismo tiempo permitiría contar los sufragios del modo tradicional y con la computadora.
Cualquier mecanismo que se utilice, con variantes de estilos, solamente podría aplicarse si la elección de autoridades y legisladores de la Ciudad de Buenos Aires se realizara en forma separada de la elección nacional. Es que el Código Electoral Nacional no contempla siquiera la boleta única y el uso de las papeletas tradicionales se contrapone con el voto electrónico.
La idea es que Macri pudiera alargar el momento de la decisión. En principio hay quienes promueven la elección conjunta como una garantía de mantener a la tropa porteña activa y que no decaiga para la votación nacional habiendo pasado la local. Pero también promueven la elección separada, pero no tanto, para que el triunfo (en el macrismo lo creen seguro) en Capital le sume clamor a Macri para su suerte en la elección presidencial.
Ésos son los dilemas del PRO por estas horas, que además se nutren de otros condimentos, como el rechazo del precandidato a jefe de Gobierno Cristian Ritondo a juntar los comicios locales con los nacionales y el anhelo de los adherentes a la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta de pegar su boleta a la de la candidatura a presidente deMacri para lograr tracción de votos en el distrito donde gobierna el postulante. Por su parte, Gabriela Michetti podría decidir acompañar a Macri en la fórmula nacional.
Como sea, si Macri decide unificar los comicios, el mes que viene tendría que desembarcar el proyecto de ley. Si bien podría estirar los plazos, la oposición le reclamará que no postergue más del verano el anuncio.
En el distrito, los porteños deberían votar seis veces o siete si el cronograma electoral se mantiene como es actualmente, ya que se incorporarán las PASO. Entonces el calendario comenzaría con las primarias, luego la elección general para jefe de Gobierno y legisladores y finalmente la segunda vuelta. Después se realizarían las PASO para presidente y diputados, la general y la segunda ronda si la hubiera. Queda pendiente cómo resolverá la Ciudad la votación de comuneros, que supuestamente debe hacerse con una lista suelta en el cuarto oscuro o en otra fecha, algo imposible de pensar.
Macri argumentará un ahorro en comicios en caso de inclinarse por la unificación y contar para eso con el acuerdo del kirchnerismo para conseguir los votos.