Electric GT World Series: carreras sin emisiones

Publicado el 23 noviembre 2016 por Comunicae @comunicae

Con la Formula E nos estamos dando cuenta de que los vehículos eléctricos también pueden ser divertidos en competición, dentro de un circuito, aunque es más que probable que haya muchos puristas que no estén de acuerdo con esta afirmación. Que este tipo de coches compitan seriamente es una realidad necesaria, ya que es una forma de probar tecnologías: las carreras se convierten en laboratorios rodantes de los que tomar prestados cosas en la vida real.

Si en lugar de monoplazas pensamos en coches derivados de calle, en lo que se conoce como competición GT, no hay un vehículo más representativo de la revolución de las baterías que el Tesla Model S. Vale, es un sedán con intención de cubrir una vida familiar, pero también es un coche deportivo y capaz para ser una buena base.

Ya se habían mantenido conversaciones sobre ello antes de verano, había ganas de crear una competición llamada Electric GT World Series, pues la cosa ha ido avanzando tanto que se conoce cómo es el coche que van a utilizar los diferentes competidores.

La intención de los organizadores es la de utilizar vehículos bastante parecidos a los que se pueden comprar, con las modificaciones más importantes que se necesitan para un circuito. Se elige un Tesla Model S P85+, que son unos 100.000 dólares, no parece una barbaridad para un equipo de competición. Curiosamente no es el modelo más potente que ofrece la compañía de Elon Musk.

Electric GT ha estado estos meses promocionando el proyecto y añadiendo pilotos profesionales con la intención de llegar al año que viene con la competición montada. El fundador y CEO de todo esto es Mark Gemmel, y hace equipo con el piloto español Agustín Payá, conocido por ser el primero en competir en el Dakar con un coche eléctrico. Por lo pronto tienen el beneplácito de la FIA para competir en varios circuitos importantes del calendario.

¿Qué cambian con respecto a un coche de serie? Pues principalmente le ponen una suspensión más dura, le mejoran los frenos y la refrigeración de los mismos, las ruedas las pone Pirelli, ponen una dirección acorde a las necesidades del circuito, se meten elementos aerodinámicos, y reducen el peso interior que sobra. Obviamente se crea una caja de seguridad para el piloto dentro.

Parece ser que uno de los puntos más discutidos - Gemmell con Tesla -, a mejorar, es el de la refrigeración de las baterías del coche, para un funcionamiento con máximas prestaciones. Como podéis ver en algunas imágenes, ponen al coche a descansar sobre montones de bolsas con hielo.


La noticia "Así es el Tesla Model S preparado para la competición Electric GT: carreras sin emisiones" fue publicada originalmente en Xataka.