Maria Luisa Tabares, periodista y editora, sostiene que cada día mueren casi 100 elefantes en África y que actualmente hay menos paquidermos de los que se pensaba. Un promedio de 30.000 mueren al año en este continente. Según un estudio, recién publicado en el diario científico PeerJ, entre el año 2007 y el 2014, murieron unos 144.000 ejemplares, debido a la caza ilegal para obtener su marfil. Lo que indica que la población de elefantes ha sido devastada mucho más de lo que previamente se estimaba y apenas sobreviven un total de 352,271 de estos animales en el continente africano. Según esas estadísticas, cada día mueren un promedio unos 96 elefantes en África. Las cifras son alarmantes: se trata de una disminución del 30% de estos mamíferos en un periodo de solo 7 años en 15 de los 18 países censados. “Lo que descubrimos –declara Paul Allen, principal inversionista del censo y fundador de Vulcan Inc., la empresa encargada de liderar el proyecto– es realmente perturbador”. Durante los últimos dos años, 90 científicos y un equipo de 286 personas, lideradas por la organización Elephants Without Borders (EWB por sus siglas en inglés), sobrevolaron 18 países de África para conducir el primer gran conteo de elefantes. Y lo que encontraron fue mucho peor que lo que imaginaban. “No podemos estimar con ninguna certeza el número de elefantes previo al Gran Censo de Elefantes –reseña Mike Chase, el principal investigador y fundador de EWB a Univisión Noticias–. El número de los estimados eran cifras vagas, especulativas y desactualizadas. Por eso, con Paul Allen, su hermana Jody y yo, desarrollamos e implementamos este enorme esfuerzo porque necesitábamos desesperadamente esta información”. Mike Chase no exagera, pues como ellos mismos lo explican, la información es poder y conocer la tasa actual de mortalidad de elefantes (8% al año) es un dato del que depende la extinción de esta importante especie. “Estamos experimentando la tasa de mortalidad de elefantes más alta en la historia. De hecho, el 20% de los elefantes de África podrían morir en los próximos 10 años si la caza ilegal continúa con la velocidad actual”, advierte Allen.
Mientras aumenta la presión para cerrar los mercados de marfil, hace pocos días un estudio publicado por The Independent alertaba de que décadas de caza furtiva han alterado la genética de los elefantes africanos, y muchos están naciendo sin colmillos. Según los autores del estudio, en algunas zonas el 98% de las hembras no tienen colmillos, cuando en condiciones normales ese porcentaje era de apenas entre el 2% y el 6%. En 1989. CITES, la Fundación Franz Weber, incluyó todas las poblaciones de elefantes africanos en su Apéndice I y aprobó la prohibición del comercio internacional de marfil. A partir de entonces los mercados cayeron y el precio del marfil se devaluó, lo que supuso el fin de la crisis de la caza furtiva que permitió la recuperación de las poblaciones de elefantes. No obstante, las poblaciones de elefantes de cuatro países del sur de África (Botsuana, Namibia, Sudáfrica y Zimbabue) fueron incluidas de nuevo en el Apéndice II, con el propósito (pero no el único) de permitir dos “ventas únicas y excepcionales” de marfil, procedente de las reservas de marfil de dichos gobiernos y con origen en los decesos naturales de elefantes, a dos compradores: Japón, en el año 1999, y Japón y China, en el año 2008. En la actualidad los elefantes sufren un nuevo repunte de la caza furtiva: según datos oficiales, entre 2010 y 2012 se mataron furtivamente 100.000 elefantes, y el último estudio del Great Elephant Census (GEC) ha puesto de manifiesto una disminución masiva de elefantes de sabana por la caza furtiva. El pasado mes de mayo, Kenia quemó públicamente 105 toneladas de marfil, el 5% de las existencias mundiales, los colmillos de 6.700 elefantes cazados ilegalmente. Fue un gesto simbólico pero al que no se puede restar trascendencia, con el que terminó la cumbre de The Giants Club para luchar contra la caza furtiva. La historia demuestra que solo cerrando mercados, prohibiendo todo comercio de marfil, podremos tener una oportunidad de salvar a las poblaciones de elefantes en África. Europa no puede limitarse a culpar de la tragedia a los cazadores furtivos y a los compradores del “oro blanco” mirando a otro lado mientras la mercancía pasa por su territorio.
El mismo jueves, nada más hacerse público el encarcelamiento por parte de la jueza Lamela de ocho miembros del Govern cesado, decretado por la juez de la Audiencia Nacional, Ada Colau ha emitido un tuit en el que asegura que el de hoy es un “día negro para Cataluña”. “El gobierno elegido democráticamente en las urnas, está en prisión –declaró la alcaldesa de Barcelona en una declaración institucional leída desde el consistorio–, así como los que se encuentran en Bélgica a la espera de una orden internacional de detención –incluido el president Puigdemont–“forman el gobierno catalán legítimamente escogido en las urnas” a pesar de haber sido “cesados”. Dijo que “la decisión [de la jueza] solo se explica por el espíritu de venganza”. Lamentó el ‘día negro para Catalunya’ que supone ‘el encarcelamiento del Govern legítimamente elegido en las urnas’. E invitó a hacer “un frente común para conseguir libertad presos políticos”. Asimismo, ordenó la colocación de una pancarta en la fachada del consistorio, reclamando la “libertad de los presos políticos” en alusión a los ex consellers cesados que han sido enviados a prisión. Colau calificó la decisión de “despropósito jurídico” y de “gravísimo error político” que “nos aleja de la solución”, algo que, a su juicio, responde al objetivo de “espíritu de revancha” y de “humillar las instituciones catalanas y a sus legítimos representantes”. Puigdemont mandó desde Bruselas un mensaje en catalán: “El legítimo gobierno de Cataluña encarcelado por sus ideas y por haber sido leales al mandato aprobado por el Parlamento de Cataluña”. En un segundo mensaje, añadió: “El clan furioso del 155 nos quiere en prisión. El clamor sereno de los catalanes es de libertad”, ilustrado con una fotografía de una concentración independentista. El expresidente, Artur Mas comentó: “Cuanta más gasolina y leña se eche al fuego, el fuego se hará mayor”. Jaume Colboni, líder municipal del PSC y y segundo teniente de alcalde, aseguró que los encarcelamientos del vicepresidente del Govern cesado, Oriol Junqueras, y otros consellers son “desproporcionados” y alejan la solución al conflicto entre Catalunya y el resto de España. En un mensaje en su cuenta de Twitter, Collboni expresó que el conflicto político “no se solucionará en los juzgados”. Xavier Domènech, candidato de Catalunya en Comú, expresó su contrariedad por la decisión de la Audiencia Nacional. “Lo peor que podía pasar –dijo– ha sucedido. Hará falta firmeza e inteligencia para superar este momento. Amnistía ya”. Joan Mena, diputado en el Congreso y exdiputado en el Parlament catalán, sugirió un frente común ante la escalada del conflicto y evitar el partidismo: “Hoy no hay casas políticas. Vamos a una. ¡Barbaridad! Toda la solidaridad con los consellers. No hay normalidad con presos políticos. Amnistía”.
David Torres, en su artículo “Catalanes por el mundo: hoy, Bruselas”, publicado en Público, sostiene que, “aunque Andy Warhol decía que, en un futuro no muy lejano, todo el mundo tendría derecho a quince minutos de fama, hay que reconocer que a Puigdemont se le está yendo un poco la mano. “La atención del mundo entero –la cual no ha cejado de orbitar alrededor de su flequillo desde hace más de un mes– se concentró el pasado martes en Bruselas, donde ofreció un concierto en el Club de Prensa a falta de una sede oficial. Viajó acompañado de un séquito de cinco músicos de su ejecutiva pero, en el último momento, el cantante se decantó por una velada acústica y políglota donde desgranó algunos de los grandes éxitos de su breve carrera. Unos cuantos fans despistados lo recibieron en la puerta con gritos de ‘¡Viva España!’ mientras un crítico especializado titulaba su reseña con este alarmante titular: ‘Más dura será la caída’. Ahora se advierte claramente el peligro de concederle el Premio Nobel de Literatura a Bob Dylan. Las tentativas de Puigdemont para que lo tomen en serio chocan frontalmente con las iniciativas de Puigdemont para que se lo tomen a broma. Ambas conviven en su interior como la máscara llorosa de la tragedia y la careta sonriente de la comedia, como si cada vez que se coloca ante un micrófono su mano izquierda y su mano derecha empezaran a pelearse al estilo de los nudillos tatuados de Robert Mitchum en La noche del cazador. Una mano le susurraba que declarara la independencia y la otra mano le aconsejaba que la suspendiera. Una mano le sugería que convocara elecciones y otra mano le asesoraba que mejor no, mejor dejarlo para otro día. Con tanta prestidigitación y tanto cambio de cubilete, por último Puigdemont ha decidido hacer caso a sus extremidades inferiores: pies para qué os quiero (…) Y mientras el president a la fuga aceptaba los comicios convocados desde Madrid, la CUP convocó una ‘paella masiva insumisa’ para hundir la fiesta electoral, aunque en seguida tuvo que retractarse de la españolada y proponer una alternativa con butifarra y fuet, lo cual ha molestado sobremanera a los veganos. Sobre la incipiente república catalana planea la sombra de aquella frase probablemente apócrifa de Churchill, cuando le dijo a un representante del gobierno irlandés: ‘Nuestra situación es desesperada, pero no es seria. En cambio, la suya no es seria, pero es desesperada’. Ante tamaño esperpento, cabe formularse la pregunta clásica: Cui bono. ¿A quién beneficia este ridículo internacional, esta charlotada que echa por tierra, quizá durante decenios, las genuinas ansias de independencia de millones de catalanes? La respuesta no está en el viento, como cantaba Bob Dylan, sino en la barba irredenta de Mariano que, gracias a este triste espectáculo, amenaza con seguir plantada en La Moncloa muchos años. Sin duda hay muchas cosas que los independentistas catalanes de corazón no le perdonarán jamás a Puigdemont; personalmente, yo nunca podré olvidar que consiguiera que Mariano parezca un estadista”.
Bajo el título: ‘Y todo eso, ¿quién lo paga?’, escribe Enric Sopena en El Plural.com: “La espantá de Puigdemont dejando en la estacada a partidos propios y afines, y estupefacta a la ciudadanía a la que animó a abrazar su causa, ha alcanzado caracteres de opereta en este descabellado episodio belga que está protagonizando. Acaso, el expresident se animó a trasladarse a Bruselas al contar con la invitación de Teo Francken, secretario de Estado de Migración y Asilo belga y diputado por Nueva Alianza Flamenca, independentista, xenófobo, homófobo, y simpatizante de la derecha extrema. Un amigo como para no perdérselo. Pero no todos los miembros del Gobierno de Bélgica lo recibieron igual: “No quiero prejuzgar nada. Pero cuando uno declara la independencia, es mejor quedarse cerca de su pueblo”, opinó lleno de razón el viceprimer ministro, Kris Peeters. No parece que esa sea la intención del expresident de la Generalitat. En rueda de prensa, primero mostró públicamente y en tres idiomas su desconfianza hacia el Gobierno de Rajoy Brey (al que tildó de violento y agresivo), hacia los partidos no independentistas y hacia la Justicia. Consideró también que no existían garantías, especialmente para él, para volver a casa; estuvo de acuerdo con la celebración de elecciones autonómicas el 21 de diciembre y, sobre todo, animó a los cargos de responsabilidad en la Administración catalana a permanecer en sus puestos. A los ciudadanos que defendieron las urnas en la famosa jornada del 1-0 les pidió mantener su rechazo ante la aplicación en Cataluña del artículo 155 de la Constitución. Un valiente alegato cuando uno da órdenes desde la distancia. Permanece la incógnita de si el hasta hace poco representante de todos los catalanes retornará a su república, pedirá finalmente asilo, o montará un Gobierno provisional en el exilio con los exconsellers que le acompañan. Y, por otra parte, ¿todo esto quién lo paga? En cualquier caso, Puigdemont debe tentarse los machos. La juez Lamela lo ha citado a comparecer el jueves ante su juzgado en la Audiencia Nacional. Debería acudir al llamamiento de la Justicia porque de no hacerlo, lo cuente en las lenguas que lo cuente, eso tiene una traducción clara: se llama fugarse. Y aparte de las posibles consecuencias penales, está muy feo, señor Puigdemont”.Fotomontajes del momento:
–Mi abuela habla catalán. –Cuquetas. –Déjalo Mariano. –Cruquelles. –Basta. @quikolo777
El humor de esta semana: El Roto, Forges, Peridis, Vergara, Manel F, Pat, ctxt, Ferreres, Pedripol, Tueldús…
Pep Roig, desde Mallorca: Comparativa, Dentro de la legalidad, El pecado de opinar, Tiempo de miedos, Lo establecido, Moda, Precaución, que vienen curvas…
Los vídeos de esta semana. Great Elephant Census: Counting Africa's Elephants