Elegancia, modernidad y un toque de Cilantro

No soy nada fan del cilantro, lo reconozco, no le veo ningún chiste. Eso no quiere decir que no me encantara el Cilantro Gastrobar, que viene a cerrar esta trilogía de gastrobares de los que os he venido hablando estas últimas semanas. Estuve el domingo pasado, atraído por sus famosas y originales hamburguesas. No me defraudó. En Cilantro podemos encontrar un espacio perfecto para ir con amigos, muy sencillo, cómodo, a buen precio (20-25 euros) y, como no, con una gastronomía cuidada y de gran calidad.Cocina muy internacional: Croquetas con diferentes empanados e ingredientes, gyozas rellenas de carne con salsa de soja, risottos con ingredientes de mar y de montaña y, como os decía, unas espectaculares gastrohamburguesas. Nuestra elección, la de cebolla y trufa y otra sorprendente, con salsa Strogonoff a base de boletus. Riquísima la New York Cheesecake, de postre, y el divertido helado de violeta con espuma de yogur natural y peta zetas. Riquísimas también las copas que pueden tomarse tras la comida o la cena, especialmente en la terraza que estará lista en breve, ahora que empieza el buen tiempo.Cilantroes un sitio sin aires de grandeza, un bar de barrio de toda la vida en el que reunirse de manera informal y disfrutar de una excelente carta y, sobre todo, de una buena compañía.