Durante los últimos seis meses Arcópoli, asociación LGTBQ+H de las Universidades Politécnica y Complutense de Madrid, y la Universidad de Alcalá de Henares, realizó el concurso “crea la bandera lesbiana”, convocado con la intención de visibilizar el lesbianismo como un concepto positivo, fortalecer el orgullo lésbico, hacernos a las mujeres lesbianas partícipes de nuestra propia historia y, crear símbolos con los que nos sintamos identificadas y nos den un sentimiento de unión entre nosotras que favorezca nuestro empoderamiento.
El concurso ha sido un hito en la historia del activismo lésbico al menos en España, al ser la primera vez que lesbianas de todo el estado han participado (cientos de votos incluso algunos desde Latinoamérica y Europa) para elegir un símbolo, la bandera, con el que nos podamos sentir representadas. El concurso tenía dos partes, el voto popular por internet y el voto de un jurado de lesbianas relevantes y referentes, tanto a nivel social como a nivel de lucha por la equiparación social y legal de las lesbianas en España.
La bandera lesbiana elegida consta de un triángulo negro invertido, símbolo con el que se identificaban en los campos de concentración durante segunda guerra mundial para designar a las mujeres asociales, entre las que se encontraban las que vivían solas o no cumplían con los roles de género femeninos, muchas de ellas lesbianas y bisexuales, así cómo transgéneros y hombres transexuales.
El color violeta de fondo hace referencia al color utilizado tradicionalmente para representar al movimiento feminista. Los signos astrológicos de Venus que aparecen en la bandera en su lado izquierdo, han sido usados desde la Roma Antigua para designar a las mujeres, el esquematismo de trazos permite incluir a todo tipo de lesbianas y la utilización del color blanco no denota ninguna construcción de género asociada a otros colores.
La ganadora del concurso y autora de la bandera lesbiana es Mercedes Díaz Rodríguez.
Nota de Prensa de Arcópoli