Elegimos ser tercermundistas

Publicado el 25 enero 2013 por Leiman

Mi gran amigo Matias Palmeyro tuvo la suerte, hace un par de dias, de recorrer el viejo continente y aprte de traera muchos regalos y fotos se vino con una expetacular reflexion que comparto con uds.

…Recientemente he tenido la oportunidad de viajar; y de viajar al “viejo mundo”. Mucha gente me ha preguntado cuál ha sido la impresión que me he llevado. Incluso, algunos –más “ejecutivos”- me pidieron que trate de resumirle mis impresiones en una o dos frases. Esto, de alguna manera fue el catalizador de la reflexión merecida que hasta ese momento se mostraba tan solo como una serie de observaciones. La conclusión general del viaje es que “pareció un viaje en el tiempo, más que un viaje geográfico”. Esta es la primera conclusión (y la más genérica por cierto) que saqué de todo el viaje. Tal vez se haya visto exacerbada por la sucesión de ciudades, Corrientes-Asunción-San Pablo- Frankfurt.

Aterrizar en Frankfurt tuvo un impacto especial. Estaba en la “capital económica” de uno de los países más ordenados del mundo, que es el motor principal de la Unión Europea (teniendo en cuenta que salí desde una de las provincias más pobres, de una de las regiones más pobres de un país “en vías de desarrollo”).

Es importante que este escrito no busca tener una lectura partidaria…obviamente tiene una lectura política; pero desde la visión más pragmática que puedo expresar.

Si bien anteriormente me referí al viaje como un “viaje en el tiempo” estoy plenamente convencido de que no se trata de una cuestión de tiempo. Aunque me duela, la verdad es que Argentina está “en otro camino”; el cual puede recorrer durante siglos, y no tiene asegurado “llegar a Alemania”. No me gusta ser pesimista; y de hecho, no me considero uno…al contrario. Sin embargo, al tratar de “imaginar el camino” entre las dos realidades, no me parece que sea posible llegar a algo así, ni siquiera en 50 o 100 años…..podrán llegar muchos inventos, productos y soluciones a la vida cotidiana…pero no mucho más que eso. Es decir, se puede, porque estoy convencido que todo se puede; pero el cambio que hay que realizar es tan radical que dudo que seamos una sociedad que sea capaz de “bancarse el cambio”. ¿A qué me refiero con esto?…voy a tratar de ser lo más claro posible: No conozco ningún dirigente o político que verdaderamente muestre signos de intentar cambiar a la sociedad que depositó su confianza en el para que les dé una vida mejor; y simultáneamente, no conozco ningún grupo de particulares que verdaderamente exijan a sus dirigentes que cumplan con el cometido de darles una vida realmente mejor,(en términos agregados) y que “castiguen” los “desvíos” con la quita del apoyo inicial. Es el huevo y la gallina quizás…pero lo cierto es que “así no vamos a cambiar”. Creo que cualquier proceso de cambio requiere de tres cosas, una fuerte introspección, una real autocrítica y un verdadero compromiso a mejorar. Poca gente tiene estas características de manera individual, y en términos agregados (como sociedad) tenemos quizás menos chances de cumplir el checklist. Es difícil ser crítico en un ambiente de “bandos políticos”; en un ambiente donde la razón de que una idea sea buena o mala depende de quién fue el que tuvo la idea….y poca importancia tiene el contenido de la idea; un ambiente en el que ser crítico es “ser opositor”…y por ende enemigo…..la verdad es complicado mejorar así.

Sin embargo, el Lado Positivo de todo esto es que en definitiva la “capacidad de ser mejor” (repito: introspección, autocrítica y compromiso a la mejora) es endógena: depende de nosotros. Es por ello que esto que parece ser un escrito “pesimista” tiene un mensaje que es en verdad opuesto, la respuesta está en nosotros mismos, en nuestra vida diaria….en la decisión de tirar un papel a la calle o al basurero, en decirle algo a quien lo hace o “dejarlo pasar”, en manejar para el orto porque no hay oficiales de tránsito……en ofrecer una coima a un oficial “coimero”, en votar a un tipo que sabes que roba, en definitiva en ser cómplice de tantas cosas que pasan todos los días delante nuestro…..es una cuestión de elecciones.

“La acción expresa prioridades”, como decía Gandhi. Los alemanes elijen vivir con el “culo sucio” (aunque existe el bidet y lo pueden comprar); nosotros podemos elegir vivir mejor….ya tenemos el “culo limpio”…..nos falta elegir dejar de ser tercermundistas.