"Elementary"

Publicado el 01 septiembre 2013 por Valadares

Hay personajes, sobre todo salidos del mundo literario, que han pasado innumerables veces por la televisión y el cine. Algunos de ellos tienen una cantidad tal de matices y unas características tan atractivas que el resultado al pasar a la pantalla casi siempre suele ser bueno, o en ocasiones, muy bueno. La serie que os dejo hoy parte de uno de esos conocidos personajes literarios, posiblemente sino el que más, uno de los que en más ocasiones han sido trasladados al mundo audiovisual.  Fue creado a finales del siglo XIX por Sir Arthur Conan Doyle, fácil será darse cuenta de que hablamos de Sherlock Holmes, adaptado esta vez en una serie americana de la que estamos viendo la primera temporada, “Elementary”, y que tiene pendiente de estreno por allá la segunda, así que está teniendo un cierto éxito, que las cadenas no se cortan un pelo en eliminarlas sino tienen la audiencia esperada.
En diciembre de 2010 comentaba por aquí la serie anterior que tenía como protagonista al mismo personaje, inglesa en este caso y de la BBC que de momento tiene dos temporadas de tres capítulos cada una (muy breves las mismas, pero cada uno es casi una historia de cine con una duración de hora y media) y de la que estoy esperando con ganas la tercera. Un Sherlock moderno, que usa las nuevas tecnologías y algo más serio, más profundo y más cercano quizá al original. La serie tiene mucha clase y una gran calidad y unas interpretaciones que están muy por encima de la media. Su actor principal, Benedict Cumberbatch, está ahora apareciendo mucho en cine y es uno de los actores más cotizados del momento, sonando incluso para una versión de Frankenstein que dirigirá Guillermo del Toro.
“Elementary” podría ser vista como el intento americano de emular la serie anterior, pero creo que les quedó algo distinto. Ya diré si mejor o peor más adelante, aunque creo que la respuesta a esa pregunta sería simplemente que siendo algo parecido es distinto en muchos sentidos.
Nos encontramos ahora con un Sherlock que vive en Nueva York y que acaba de salir de una clínica de desintoxicación por su afición a las drogas. El padre de Holmes contrata al doctor Watson, que en este caso es una doctora (quizá un elemento más para distinguirla de la inglesa y un intento de modernizar un poco al personaje) para que sea su vigilante ante una posible recaída tras terminar el tratamiento en la clínica. El protagonista sigue siendo el mismo, aficionado a los crímenes, basándose en el pensamiento deductivo, prepotente, faltón y con unos grandes aires de superioridad que lo hacen estar muy por encima del resto de los mortales, a medio camino entre ser un maleducado y un genio. Trabajará con el capitán Toby Gregson como asesor para ayudarlo en la resolución de aquellos casos que tengan algún elemento especial, distinto o que puedan resultar de difícil resolución. Poco más se puede decir de los argumentos o de la historia. Los capítulos son independientes, por lo menos de momento, y tienen en común a estos personajes más un caso criminal que tendrán que resolver. La mayor parte de los casos siempre con algo curioso, con algún elemento que conseguirá mantener la atención del espectador. 
En cuanto a los actores tengo que decir que no están nada mal. Jonny Lee Miller hace de Sherlock Holmes. Además de algunos papeles en cine descubrí a este actor en una serie de hace unos años que me gustó bastante, aunque fue de esas que cancelaron casi sin terminar y nos dejó con algo de mal sabor de boca. Era una serie de abogados pero con algunos elementos especiales que la alejaban un poco del resto, me refiero a “Eli Stone”. Dos temporadas de un abogado que tenía un aneurisma cerebral que le provocaba alucinaciones, sobre todo de tipo musical y con casos que resultaban entretenidos, simpáticos e interesantes. Aquí da forma a un Sherlock desastrado, despreocupado por completo de su aspecto o su propia vida, acelerado, prepotente y lleno de tics que pueden desquiciar a cualquiera. Es un actor que me gusta bastante y aquí está muy bien. Puede resultar algo exagerado en algún momento con tal cantidad de gestos, de movimientos continuos pero al mismo tiempo es un personaje que se hace simpático al espectador. Nos da un personaje completamente distinto, por ejemplo, al de la BBC, por eso decía antes que era un intento de hacer algo parecido y al mismo tiempo lo suficientemente distinto para no parecer una mera copia. Me gusta este Sherlock, aunque reconozco que para los más puristas pueda parecer algo exagerado. Aún así su forma de actuar, de trabajar y de comportarse mantiene en líneas generales lo que podemos esperar del personaje. Lucy Liu será su vigilante y acompañante, haciendo el papel de la doctora Joan Watson. Una cirujana que tuvo un problema en un quirófano y dejó su trabajo como médica para dedicarse a acompañar a drogadictos rehabilitados y ayudarlos en su proceso, además de vigilarlos. Es una actriz que nunca me ha gustado demasiado, la verdad, y a la que tengo visto más de una vez en el cine. Ahora cambio un poco de parecer y creo que aquí está bastante bien y hasta me convence. Su personaje va evolucionando poco a poco de la preocupación por su paciente a la fascinación por lo que hace, dándonos un Watson que cada día ayuda más a Holmes pero que al mismo tiempo va a sentirse muy atraída por él y sobre todo por lo que hace. El otro papel importante y fijo es el del policía al que ayudarán, otro conocido actor de cine que siempre me gusta, Aidan Quinn.
Para mí, en cuanto a calidad, la serie no está a la altura de la inglesa, pero al mismo tiempo tiene suficientes elementos para resultar atractiva y entretenida, por lo que en casa nos gusta bastante a todos. Los personajes tienen tal atractivo que, como dije, es difícil no hacer algo decente con ellos. Los casos resultan siempre interesantes y hacen que estés dándole vueltas para intentar saber quién es el asesino antes que ellos. Tiene también las suficientes dosis de humor, provocadas sobre todo por el personaje central y su prepotencia y autosuficiencia, para que no resulte lenta ni aburrida. Es fácil reírse más de una vez ante sus deducciones, sus afirmaciones o sus preguntas a los sospechosos durante una investigación. Vive fascinado por los casos y los sospechosos, esa es su nueva droga y cae en una profunda apatía y desesperación cuando no tiene un nuevo desafío ante él, que es lo que lo mantiene vivo y atento. Quizá el gran defecto de las historias es que tienen que concentrarse en los poco más de cuarenta minutos que dura el capítulo, ya que como dije son independientes unos de otros. Eso hace que a veces la resolución del caso sea demasiado rápida, acelerada y repentina. Es evidente que lo más interesante y entretenido es todo el proceso de deducción, las pistas y la investigación, pero a veces, como ya sabes que apenas quedan cinco minutos, sabes ya que se va a resolver inmediatamente.
Me gusta la serie, está bien hecha y bien interpretada, los desarrollos de los argumentos son siempre interesantes y te mantienen atento, buscando algo especial y distinto a lo de siempre, algo que consiguen la mayor parte de las veces. Los actores están realmente bien y contribuyen a elevar el tono general de la misma, que también es importante. Creo que es una versión más ligera que la inglesa, que busca más el mero entretenimiento que la calidad, pero aún así merece la pena. No creo que os decepcione si os ponéis a verla, en nuestro caso no lo ha hecho.

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