La buena gestión de los recursos económicos depende, de forma directa, de la planificación financiera. En la medida en que los resultados se corresponden al logro de los indicadores propuestos, entonces, se puede ver el nivel de éxito que se ha tenido en la toma de decisiones y administración del dinero.
En ese sentido, quiero compartir algunos elementos básicos para hacer una buena planificación financiera. De manera que se puedan implementar en la gestión financiera, tanto personal como empresarial, y que estos puedan ser un punto de acopio a la hora de tomar decisiones relativas al manejo eficiente de los recursos económicos.
Planificar es elaborar un plan detallado para lograr un objetivo. El plan es, por tanto, el proyecto ideado para lograr el objetivo. Implica una solución y registra un proceso que permita alcanzarlo, dos razones que justifican porqué las organizaciones aprecian tanto esta manera de pensar y actuar[1].
En ese sentido, y basado en la definición, planificar incluye tres aspectos importantes:
Por lo que, al aplicarlo al ámbito del dinero, es visualizar los diferentes eventos futuros y proveer de respuestas o soluciones que sirvan para lograr el objetivo financiero planteado. En otras palabras, la planificación financiera es el vehículo que viabiliza la consecución de las metas personales y empresariales.
La pregunta que puede surgir es ¿Por qué hay que hacerla? La respuesta: Porque sin ella se hace cuesta arriba tener una gestión financiera efectiva, tomando en consideración que el principal elemento y el que le brinda sentido a la planificación es el objetivo, y sin ellos, los esfuerzos por lograr una buena administración pasan a ser intentos al vacío, ya que estos (los objetivos) definen el accionar financiero de la persona o empresa. Al mismo tiempo, sirven como punto de referencia para validar y evaluar las ejecutorias o estrategias tomadas en la planificación.
La planificación financiera se enfoca en dos pilares principales:
Sobre la base de ellos es que se crean los escenarios financieros que permiten identificar cuáles son los aspectos más relevantes
En ese sentido, para llevarla a cabo de forma exitosa hay tomar en cuenta tres elementos básicos:
Estos tres elementos permiten a la persona o a la empresa desarrollar una planificación exitosa. A razón de que en ellos se conjugan tanto la definición de objetivos como las soluciones para materializarlos. Al mismo tiempo que permite a quien los implementa tener una panorámica más amplia de hacia dónde se va a dirigir en términos de una buena planificación financiera
Enfoque
Enfocar es dirigir la atención o el interés hacia un asunto o problema desde unos supuestos previos, para tratar de resolverlo acertadamente[2] Y al aplicarlo a la planificación financiera se está haciendo el énfasis en cómo lograr materializar los objetivos planteados. Es decir, cuando una persona está enfocada es porque ha entendido la importancia de alcanzar y asir de la meta.
Por lo tanto, está en una constante búsqueda de alternativas o estrategias que viabilicen la consecución de los objetivos. Teniendo como resultado un mejor desempeño financiero.
Estrategia
La estrategia define los pasos a seguir. En ella se plantean las soluciones a los distintos escenarios que se puedan presentar, reduciendo así el margen de riesgo. Tomando en consideración los recursos disponibles y la capacidad que se tenga de ejecutarlos. Por lo que, agregar este elemento a la planificación financiera le sirve como el mapa de ruta para llegar al objetivo
Tiempo
El tiempo define el espacio y las expectativas que se tengan ya que, como recurso limitado, supedita las acciones que se van a tomar a que se encausen hacia la eficiencia y la optimización de los recursos disponibles para hacer realidad los objetivos de la planificación.
La planificación financiera es vital para el buen uso del recurso económico. Y esta se vale de tres elementos básicos: Enfoque, estrategia y tiempo para lograr desarrollar las distintas soluciones que permitirán el logro de los objetivos planteados. Por lo tanto, su ausencia puede representar el fracaso en la buena gestión del dinero, tanto para personas como empresas.
[1] Definición Planificar Consultado 29/12/14
[2] Definición Enfocar Consultado 31/12/14