Inocencia, tolerancia y fe son algunos de los valores retratados en la película
Son los años de la Segunda Guerra Mundial y el niño de ocho años
Cuando a su hermano mayor (Davie Henrie) le rechazan para ir a la guerra, su padre se ofrece para ir en su lugar. queda devastado con su partida y busca consuelo en el sacerdote del pueblo (Tom Wilkinson), quien le habla sobre el poder de la fe y el valor de las buenas acciones.
Con excelentes críticas en el exterior, la película presenta una renovada visión en materia de fe, no tanto la fe religiosa, sino la fe en uno mismo, la necesidad de tenerla para poder superar los obstáculos que se presentan. Enseña a vivir verdaderamente la vida, enfrentando temas - de manera positiva- como el racismo, el bullying, el odio y el desprecio, dejando un importante mensaje sobre la tolerancia y los peligros del resentimiento.
: Años 40. En un pequeño pueblo de Estados Unidos vive un niño de 7 años que padece problemas de desarrollo. Cuando su padre, casi su único amigo, se marcha al frente a combatir en la Segunda Guerra Mundial, el chico tendrá que enfrentarse no sólo a la crueldad de sus compañeros de clase, sino también a la de sus vecinos.