Eli Wallach fallece a los 98 años

Publicado el 25 junio 2014 por Lapalomitamecanica
De "feo" a "magnífico", nos deja uno de los intérpretes más polifacéticos de la historia

Eli Wallach, uno de los actores más destacados y prolíficos de su generación en el cine, en el escenario y en la televisión durante más de 60 años, nos ha dejado a la edad de 98 años.
"El versátil", como se autodenominaba Wallach, apareció en decenas de papeles, a menudo con su esposa, Anne Jackson. Fue un bandido mexicano en el western de 1960 Los Siete Magníficos, el compañero de Clark Gable en Vidas Rebeldes (1961), un general francés calzonazos en El Mayor Mujeriego (1962), un tirano de la selva sin ley sometido por el personaje principal (Peter O'Toole) en Lord Jim (1965), un inútil empleado en Rhinoceros (1974), un psiquiatra asignado para evaluar la salud mental de una niña (Barbra Streisand) llamada a juicio por matar a un cliente en Nuts (1987)  o un don de la mafia en El Padrino. Parte III (1990), pero claramente, por el papel por el que será recordado eternamente es por el de Tuco en El Bueno, el Feo y el Malo (1966).
Nuestra despedida completa, tras el salto.
A pesar de sus muchos años de trabajo en el cine, algunos de ellos fuertemente aclamados por la crítica, el Sr. Wallach nunca fue nominado para un Premio de la Academia. Pero en noviembre de 2010, cuando el actor contaba casi 95 años, la Academia de las Artes y las Ciencias le concedió un Oscar honorífico, saludándolo como "el camaleón por excelencia, interpretando sin esfuerzo a una gran variedad de personajes, a la vez que pone su sello inimitable en todos los papeles".
Eli Wallach nació el 7 de diciembre de 1915 en Brooklyn y estudió en la Universidad de Texas ("debido a que la matrícula era de 30 dólares al año", dijo en una ocasión), donde también aprendió a montar a caballo, una habilidad que luego le sirvió en los westerns. Después de graduarse, regresó a Nueva York y obtuvo un título en Educación con la intención de convertirse en un maestro como su hermano y dos hermanas.
En lugar de ello, estudió actuación hasta que la Segunda Guerra Mundial lo condujo al Ejército. Estuvo cinco años en el Cuerpo Médico, llegando a capitán. Después de la guerra se convirtió en miembro fundador del Actors Studio y estudió la metodología de la actuación con Lee Strasberg
Su primer amor fue el escenario teatral y se estrenó en una obra de Broadway en 1945 llamada Skydrift. En 1951, seis años después, trabajó en The Rose Tattoo, de Tennessee Williams, papel por el que Wallach ganó un premio Tony. El debut del intérprete en la gran pantalla también fue con Williams en Baby Doll (1956). 
El matrimonio -profesional y sentimental- formado por Wallach-Jackson les convirtió en una de las parejas de más conocidas en el teatro estadounidense, pero fueron las películas las que les daban de comer. "Para los actores, las películas son un medio para un fin", dijo Wallach en una entrevista con The New York Times en 1973. "Voy a España y monto sobre un caballo durante diez semanas y tengo suficiente colchón para volver y hacer una obra de teatro".
Wallach firmó muchos créditos para la TV, que incluyen Paradise Lost (1974) o la Tv Movie de CBS Skokie (1981), así como la serie sesentera de Batman, donde interpretó a Mr. Freeze. También apareció frecuentemente en Studio One, Playhouse 90 y General Electric Theater.
En su filmografía hay más de 160 trabajos y a sus 90 años continuaba dedicándose al cine. Sus papeles más recientes fueron en The Holiday (2006), El Escritor (2010) y en Wall Street: El dinero nunca duerme (2010).
"En realidad llevo una doble vida", declaró en una ocasión el gran Wallach. "En el teatro, soy el pequeño hombre, o el hombre irritado, el hombre incomprendido", mientras que en las películas "continúo interpretando a tipos malos". Sus papeles de villano, dijo, tendían a ser "más complejos" que algunos de sus papeles en el escenario. Aun así, el teatro seguía siendo su lugar, y explicó que nunca podría imaginar dejarlo. "¿Qué otra cosa voy a hacer? Me encanta actuar".
Eli Wallach siempre será el tipo de persona que cava, pero no un hoyo, sino un hueco insustuible y eterno en nuestros corazones. Buen viaje, amigo Tuco.