Conon creció y quería ser monje para dedicar su vida a Cristo, pero por obedecer a su padre, aceptó casarse con una joven llamada Ana. La noche de bodas, Conon le preguntó a su esposa, "¿Qué es mejor: la luz o las tinieblas?". "La luz, por supuesto", respondió ella. Y Conon entonces le habló de su fe en Cristo, de la gloria de la virginidad y de la continencia. Así, convirtió a su mujer a Jesucristo, y vivieron como hermanos. Poco tiempo después Conon también convirtió a sus padres y comenzaron a vivir su fe abiertamente. Eran un ejemplo para los cristianos y los paganos por su caridad, su entrega y disponibilidad. En una epidemia de viruela, Conon perdió a su madre y su mujer, quienes habían enfermado cuidando a los enfermos hasta la extenuación. Entonces él y su padre se dedicaron a la oración, penitencia y catequesis de los nuevos cristianos.
Sobre el año 150 ambos fueron arrestados por ser cristianos. El padre fue ejecutado inmediatamente, pero a Conon le martirizaron con numerosas torturas. La leyenda dice que los que tocaban su sangre derramada alcanzaban la curación de sus males. Durante dos años estuvo preso y siendo atormentado de vez en cuando. Finalmente, falleció de las heridas y entró al cielo coronado como mártir.
Fuentes:
-"Vidas de los Santos". Volumen III. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.
A 5 de marzo además se celebra a
San Pieran de Cornwall, ermitaño.
San Gerásimo de Palestina, abad.