Eligió lo mejor y se le recompensó.

Por Santos1

Santa Eadburgis de Winchester, virgen. 15 de junio y 21 de diciembre.

Fue hija del rey Eduardo el Viejo y Eadgifu de Kent, y nieta de San Alfredo el Grande (28 de octubre). Su leyenda cuenta que, a los tres años, su padre le dio a escoger entre unas joyas hermosísimas en un lado, y al otro un evangelio y un cáliz. La niña eligió el Evangelio, besándolo reverentemente. Con ello todos entendieron que Dios le llamaba a la vida monástica. 

A los 6 años fue confiada al monasterio de Santa María de Winchester, fundado por su abuela paterna, ya viuda de San Alfredo, para ser educada. A los 15 años tomó el velo y fue una excepcional religiosa. 

Falleció Eadburgis en 960, luego de una vida de plena oración, humildad y consuelos divinos. Desde los inicios su sepulcro fue meta de peregrinos. En 972 fue incluida en el salterio de Salisbury, cuando sus reliquias fueron trasladadas a Pershore. En el siglo XII, su “vita” fue escrita por el monje Osbert de Clare.

A 15 de junio además se celebra a:

Santa Germana
Cousin, virgen.

San Isfried,
obispo premonstratense

San Pedro Compadre
franciscano.

San Vougay,
ermitaño.