Elijah
Cuando vi por primera vez a este vampiro original en la serie no me gustó nada. No sé si fue por el actor, por los cambios que estaban realizando en el argumento, o a saber qué. La cuestión es que no lo tragaba en pantalla y, aunque me fue empezando a gustar poco a poco, cuando lo “mataron”, no lamenté su ausencia en absoluto (aunque como todos, sabía que volvería).
Con el último episodio, “Klaus”, Elena le extrae la daga y lo trae de vuelta entre nosotros debido a la aparición de éste último en el cuerpo de Alaric.
Sabiendo que es el único que puede conocer el modo de matarlo sin tener que sacrificar la vida de nadie, hace un trato con él y se van a casa del alcalde dónde el vampiro le cuenta la historia de…su hermano (la verdad es que todo me ha recordado un poco a Underworld). Pero lo mejor de todo ha sido que a partir de este episodio he pasado de odiar a Elijah a odiar a Klaus. ¿Bien, no?
Me ha encantado el modo en que han humanizado a este personaje, que se mantiene entre ambos bandos (los “buenos” y los “malos”), pero a diferencia de Katherine, que actúa según su propio beneficio, el original parece ser que quiera salvar a toda especie de una nueva raza superior. Lo mejor, por supuesto, es que sigue siendo un vampiro milenario y misterioso, por lo que nunca sabes si de pronto revelará tener otras intenciones y le partirá el cuello al primero que se le cruce.
El personaje que definitivamente no me ha gustado nada ha sido Klaus. Cuando vea más de él puede que cambie de opinión, pero de primeras me parece un fallo en el casting.