Mirad con atención la foto anterior porque probablemente dentro de poco tiempo, fotos como esta serán lo único que quedará del Salmón atlántico (Salmo salar) en la Península Ibérica. Hace tan sólo dos años, las capturas de salmón tocaron fondo en Asturies, al capturarse 356 ejemplares en toda la temporada de pesca. Después de varios años de caídas continuas, los ríos ya no dieron para mas y una especie, que hace tiempo que debería estar incluída en la lista roja de especies en peligro de extinción, había llegado al límite.
En este mismo blog, publiqué un artículo donde explicaba someramente cómo se había llegado a esa situación, como nos habíamos cargado al salmón base de destrozar su hábitat y pescarlo indiscriminadamente. Comenté y me cabreé al exponer las cifras oficiales en las que se veía claramente que mientras el número de peces capturados había descendido alarmantemente, el número de licencias de pesca deportiva en Asturies había aumentado en un 340% en los últimos 20 años, superándose los 22.000 permisos en el año 2006.
Ante esta situación alarmante y extrema, la Administración regional tomo la decisión en 2011 de limitar la pesca de la especie, aumentándo los días destinados a la pesca sin muerte, dejando sólo 5 días a la semana libres, reduciéndo los cupos de pesca a 3 salmones por pescador y año y dejando la temporada de pesca con muerte en un mes y medio. Personalmente creo que la única medida efectiva para evitar la extinción del Salmón atlántico sería su veda total y absoluta hasta la recuperación de la especie.
Las asociaciones de pescadores no tardaron en comenzar con sus protestas y amenzas, como nos tienen acostumbrados en los últimos años. Querían seguir pescando al mismo ritmo y evitaban declararse responsables de la situación y culpaban a los depredadores naturales, que al final fueron masacrados indiscriminadamente en una campaña vergonzosa y probablemente ilegal.
Mientras tanto, algunos políticos entonces en la oposición, velaban armas y demostraban su ignorancia insultando a los científicos, defendiendo el furtivismo y clamando por el fin de las restricciones y el exterminio de cualquier depredador. Curiosamente, el autor de esas deleznables declaraciones, el Señor Luis Peláez, enfrentado con Francisco Álvarez Cascos en la época de la presidencia de Sergio Marqués, empezaba a labrarse su futuro político, que se confirmaría cuando en febrero de 2011 abandonó el PP para pasarse al nuevo partido de su anterior enemigo.
Esta actitud se merecía un cargo en el caso de que ganaran las elecciones, y así fue, cuando fue nombrado Viceconsejero de Recursos Autóctonos (aunque seguramente esperara un botín mayor) y responsable directo de la redacción de las normativas de pesca que afectarían al salmón, al lobo y a otras especies, que tal como dice explicitamente su cargo, son consideradas como recursos.
Y tal como se esperaba, sobre todo de un gobierno presidido por un ferviente defensor de la pesca sin límites, hoy mismo se publicaba en un diario regional el borrador de la normativa de pesca para 2012 en el que se eliminaban totalmente las restricciones a la pesca. Los puntos básicos de la nueva normativa son:
a) se podrá pescar salmones con muerte los 7 días de la semana, desde el 25 de marzo al 31 de julio (129 días frente a los 46 días del año pasado).
b) no habrá periodo de pesca sin muerte.
c) cada pescador podrá pescar hasta 100 salmones por temporada frente a los 3 permitidos en 2011.
d) en cuanto a cursos hábiles para la pesca del salmón se incorporan el Navia, el Piloña y un tramo del Nalón, a los que hasta la fecha estaban siendo habituales.
e) tal como figuraba en el programa electoral del FAC, se intensificarán las medidas destinadas al control de depredadores, sobre todo cormoranes grandes, y que se podrán ampliar a otras especies como nutrias y grazas reales.
Poco mas se puede decir.