Elizabeth Brewster (1922): De donde vengo

Por Fruela

La gente está hecha de lugares. Llevan con ellosfragmentos de selvas o montañas, la gracia del trópicoo los fríos ojos que miran al mar. Atmósfera de ciudadestan distintas gotea en ellos, el olor a humoo el casi inexistente de los tulipanes en primavera,la naturaleza ordenada en cuidadas plazascon una fuente en su mitad; olor a museo,el arte también ordenado en una guía;o el olor a trabajo, quizá a fábricas de pegamento,oficinas de cromo plateado; olor a metrosabarrotados en hora punta.   Allí de donde vengo, la gentelleva bosques en su mente, acres de pinar;retales de grosellas en el arbusto exhausto;granjas de madera, viejas, con falta de pintura;corrales donde gallos y gallinas dan vueltas,cloqueando sin sentido; temblorosas escuelasdonde crecen violetas. Primavera e inviernoson las estaciones de la mente: el hielo y la rotura del hielo.
Una puerta abierta hay en la mente, allí soplael viento helado desde campos de nieve.Traducción de Fruela Fernández