Ella me miró, una sensación de felicidad me inundó por todo mi interior,su sonrisa tan perfecta,sus ojos tan azules que transmitian inocencia y tranquilidad,su rostro tan bello y frágil,su piel morena que le hacía parecer fuerte y estable como una montaña pero que a la vez le hacía sensible y vulnerable, me miraba con una intensidad que no podia evitar sonreirle a aquel ser tan hermoso, ella me devolvió la sonrisa y me dijo te quiero moviendo los labios sin soltar su voz tan dulce como la de una niña pequeña,estaba perdidamente enamorada de ella, era la unica que conseguia sacarme aquella sonrisa tonta, le devolví una mirada y le susurre un te quiero, se rió y se acercó caminando lentamente,haciendose hueco entre la multitud,hasta que llegó a mi,me besó y de golpe ya no había nadie, solo ella y yo dentro de una cúpula donde no existia nada más,no importaban los demás, solo importabamos nosotras,que al besarnos nos convertimos en una sola persona, el beso unico,tierno sensible pero ardiente como el fuego, como nosotras.