Ella pasa

Por Clochard
Ella pasa.
Como un seísmo esperado.
Sacudiendo los corazones
de los locos y los raros,
de los genios de barato,
de los santos inexactos,
de los funambulistas del desaliento.
Ella pasa.
Pisan sus tacones la urgencia derramada.
Su mechón rubio acariciándole la cara
como un rapto de sol que aniquilara
cualquier atisbo de miseria mundana.
Ella pasa.
Ajena al estremecimiento y la tormenta
y el verso de vértigo humedecido
que provoca en el poeta.
Ella pasa.