Ellos son los culpables

Publicado el 24 marzo 2018 por Pedro Pozas Terrados

Nos están acostumbrando a que tomemos como algo natural las alteraciones meteorológicas adversas que en los últimos años está sufriendo muestro planeta, en algunas regiones más que en otras, con graves inundaciones, huracanas más destructivos, tempestades y tormentas más violentas llamadas ciclogénesis explosivas, borrascas demoledoras, sequias nunca vistas, aumentoselevados y bajadas de temperatura en pocas horas, inviernos y veranos muy calurosos, aumento de terremotos y un sinfín de problemas asociados a estos cambios como la pérdida de cosechas en la agricultura o los daños de millones de euros ocasionados por este elevado aumento de fenómenos “naturales”.
   Pero la verdad oculta es bien distinta. Nos estamos enfrentando a un cambio climático acelerado por la actividad destructora del ser humano en todos nuestros ecosistemas. Los refugiados medioambientales ya se cuentan por millones de personas y cada año que pasa la situación empeora. Somos testigos directos de un fenómeno nunca visto en tan poco tiempo por la humanidad. La desaparición de especies vitales, tanto animales como vegetales, nos da a entender la gravedad a la que nos enfrentamos y sin embargo, a pesar de todo ello, nos tapan los ojos y desvían nuestras preocupaciones a la supervivencia, recortando bienes sociales comunes y eliminando el bienestar social (paro generalizado, contratos basura y sueldos mínimos, desahucio a familias de sus casas por el poder económico de los bancos a pesar de haberles rescatado por sus irresponsabilidades y fraudes a los ciudadanos, corrupciones políticas con robo de dinero público desviados al beneficio de empresarios sin escrúpulos, recortes en la sanidad pública, en la educación, en las pensiones, privatización de todo lo público en detrimento de la sociedad…etc).Mientras todo esto ocurre, ellos cobran buenos sueldos vitalicios, comisiones, puertas giratorias, apoyo al poder económico e infinidad de tretas para engordar sus bolsillos en beneficio dicen de los ciudadanos.
           Si, ellos, los llamados políticos, son responsables en su mayoría de lo que al mundo le está pasando, tanto a nivel social como medioambiental. Ellos son los que dictan las leyes, aprueban Decretos Reales, los que pueden buscar una mejor manera de que las sociedades puedan vivir en paz y en armonía, de encontrar fuentes de energía gratuitas, de usar la tecnología para el bien de la humanidad y no sólo para unos cuantos que se enriquecen hasta el punto de no saber qué hacer con tanto dinero ganado. Ellos son los responsables del cambio climático ya que no buscan soluciones efectivas por estar atados de manos y pies por las multinacionales y por no complicarse la vida y vivir muy bien en sus escaños. Ellos son los que no quieren cambios y quieren conservar a toda costa el sistema actual que les beneficia y les renta. No hablo sólo de un país como España, sino por desgracia de la mayoría de los países del mundo.
            El sistema político actual planetario tal cual está montado, es nefasto y un obstáculo para el avance de las sociedades humanas hacia la dignidad de los seres humanos. Es una enfermedad viral que ataca los valores más fundamentales de la humanidad, que destruye la Tierra donde habitamos sin ningún pudor o remordimiento, que cometen crímenes sin importarles las consecuencias y la vida de las personas, que contaminan nuestras ciudades y envenenan nuestros alimentos porque sólo ellos tienen el poder de parar el abuso de las multinacionales. Es una realidad que nos quieren disfrazar con promesas engañosas. Desean convertirnos en objetos inanimados a merced de sus intereses, que nos callemos y que cada cual siga con su vida llena de penurias.
   Mientras, la destrucción de nuestros ecosistemas patrimonio de la humanidad continua imparablemente sin importar las vidas que se lleven por delante tanto humanas como de otras especies. Las multinacionales acaparan el estado del bienestar y corrompen a los políticos que se callan y miran hacia otro lado con tal de seguir en sus sillones cómodos y ciegos ante tanto sufrimiento. Nos mantienen engañados como esa fábula de la rana en la que poniéndola en un caldero con agua fría cree que es su elemento y no escapa, pero poco a poco esa agua se calienta y para cuando se da cuenta del aumento del calor y comienza a hervir, ya no puede escapar y muere.
           Nos dirigimos sin remedio hacia un abismo de consecuencias imprevisibles y quién está al timón son ellos, los que prometen en las campañas electorales y después olvidan sus promesas y programas. Se necesita un cambio radical del sistema político actual y que los que gobiernan no tengan capacidad de realizar acciones en contra de los pueblos y su bienestar, que sus sueldos sean como los de cualquier trabajador y sus privilegios sean eliminados. Se necesita una economía basada en los recursos y que éstos sean patrimonio común de la humanidad, donde la energía sea gratuita por existir otras fuentes como solar, magnética, agua o geotérmica que puedan hacer avanzar las sociedades al bienestar común, donde la ciencia y la tecnología estén al servicio del progreso real y no al de las multinacionales. Se necesita nuevos líderes con otras mentes que hagan cambiar de rumbo de nuestra nave hacia la dignidad y la protección de nuestro planeta y no partidos políticos que de forma continuada están enfrentados los unos con los otros, echándose en cara problemas para quedar bien ante el electorado y que sin embargo no solucionan nada.
   Hay recursos pero para ello se necesita aceptar un cambio del paradigma político actual. Invito a que se conozca el Proyecto Venus, una solución viable a todos los problemas humanos y medioambientales pero que necesita un cambio global, un diseño más amplio, donde se utilice los métodos de la ciencia junto con la libre aplicación de la tecnología para el bienestarde la humanidad. Proyecto Venus es una medida factible y necesaria. No es utópica, solo se necesita voluntad. Una solución para nuestra agonizante existencia. Ellos si quieren pueden hacerlo. En tu mano está.
PEDRO POZAS TERRADOS (NEMO)