Los extraterrestres ya están entre nosotros y les preocupan las actividades que hemos realizado con bombas atómicas, los experimentos con armas nucleares, así lo han afirmado desde los años 40 una gran cantidad de personas que dicen “contactar” con seres ajenos a nuestro mundo. Para reforzar estas afirmaciones, recientemente en Estados Unidos se realizó un congreso con ex militares de alto nivel jerárquico, que dieron a conocer a la opinión pública que en “bases militares donde había armas nucleares, que era información clasificada y confidencial, ‘ellos’, los Ovnis, sobrevolaban el área y las desactivaban”, hechos que rayarían en la ficción de no ser porque estas personas gozan de una gran reputación tanto en Inglaterra, como en la Unión Americana.
“Tenía 14 años, era el año de 1988, vivía en Lima, Perú y en el cielo vi a un objeto muy brillante con forma de esfera que se desplazaba lentamente hacia el Océano Pacifico. En ese momento no sabía que era un OVNI”, así inició una de las más importantes experiencias de “contacto” en Latinoamérica, como es el caso de Ricardo González de tan solo 38 años, quien se encuentra en el Distrito Federal.
Ricardo no sólo se limita a vivir y difundir su experiencia, ya que ha buscado su verdad en más de 40 países, tiene 11 libros publicados sobre su realidad, participa en los principales programas de radio y televisión, lo que le ha valido ser considerado el principal contactado en América Latina de una nueva oleada de jóvenes, enfocados a desentrañar este enigma.En cierta ocasión nos dice Richard, como le gusta que le digan sus amigos, a su mamá le habían detectado “cáncer de colon”, en ese momento él se preparaba para realizar una expedición al Paititi en plena selva, algo que habían sugerido los extraterrestres, desde luego, no había las condiciones pertinentes en la familia para ausentarse por más de un mes, a esto nos afirmó que un extraterrestre de nombre Alcir, curó a su madre de ese padecimiento para que él pudiera realizar ese viaje y encontrarse con uno de los maestros del reino subterráneo, los médicos no daban cabida a este milagro, es decir, de la noche a la mañana habían sanado a una persona de cáncer y que a le fecha nos relata González su mamá sigue con vida y muy feliz, “todas tus creencias empiezan a desplomarse para dar paso a una apertura de conciencia que te hace ver la vida de una manera distinta”, así es como concluye Richard González.