Lo que me sorprendió es que las reseñas positivas se sucedían, a lo que hay que añadir que el hecho de que su creador, Gerry Alanguilan, fuera filipino, me atraía (no por nada en especial, pero uno sigue sintiendo especial cariño por esa segunda invasión Warren protagonizada por autores filipinos como Alex Niño -¡qué maravillosas locuras hacía este hombre!-, Alfredo Alcalá, Néstor Redondo o Tony Dezúñiga). El caso es que, resumiendo, me acabo de leer el famoso Elmer en la edición americana de SLG y no puedo decir menos que es un tebeo muy estimable. Cierto es que no hace nada nuevo, los referentes que citaba al principio están ahí, es evidente, pero el tratamiento y aproximación que toma Alanguilan es lo suficientemente diferente como para que no sean una rémora y, sobre todo, sabe dotar al conjunto de lecturas propias y personales. Más allá de la evidente crítica al tratamiento de las minorías, es posible encontrar interesantes reflexiones sobre los enfrentamientos generacionales y la familia que, si bien quizás adolecen de una visión en exceso condescendiente, no dejan de ser interesantes dentro de una narración donde el dibujante demuestra un excelente pulso narrativo. El sólido dibujo realista de Alanguilan es una base perfecta para la historia que cuenta, destacando precisamente en el planteamiento narrativo de la misma, que si bien peca de un predecible inicio “a lo Gregor Samsa”, va tomando fuerza y resulta en muchos momentos incluso brillante, como en el relato de la aparición de la inteligencia. A lo que hay que añadir cierta humor negro socarrón subterráneo (los Kentucky Fried Chicken -o equivalentes- reconvertidos en genocidas…) que resulta de lo más acertado.
A ver si alguien se anima a publicarlo en España… (2+)
Enlaces:
Primer número (en inglés) de Elmer