Elogio a la duda: Todo lo que podría ser de otra manera

Publicado el 07 febrero 2022 por Javier Pérez Caro @JavierPerezcaro

Estimad@s amig@s

Sinopsis

Fue Bertrand Russell quien dijo que la filosofía es siempre un ejercicio de escepticismo. Aprender a dudar implica distanciarse de lo dado y poner en cuestión los tópicos y los prejuicios, cuestionar lo incuestionable. No para rechazarlo sin más, sino para examinarlo, analizarlo, razonarlo y, por fin, decidir.

Elogio de la duda recorre las vicisitudes de la duda a lo largo y ancho de la historia del pensamiento —desde sus páginas nos hablarán Platón, Aristóteles, Descartes, Spinoza, Hume, Montaigne, Nietzsche, Wittgenstein, Russell, Rawls y un largo etcétera de hombres que decidieron dudar— y lo hace de manera asequible a un público amplio, sin renuncia alguna al rigor y la profundidad de quien ha ejercido la docencia universitaria durante 30 años.

«Quién piensa, no quiere ser persuadido,

sino convencido; y quien piensa

sistemáticamente, es doblemente

difícil de convencer»

Victor Klemperer

Prólogo

Vivimos en tiempos de extremismos, antagonismos y confrontaciones. A todos los niveles y en todos los ámbitos (…) una actividad que potencian a su gusto los escenarios mediáticos y que sube de tono gracias a la facilidad con la que las redes sociales brindan la ocasión de apretar el gatillo contra cualquiera cuyo comportamiento o mera presencia incomoda (…)

(…) dialogo, buenas maneras, escuchar al otro, paciencia y razonamiento. Anteponer la duda a la reacción visceral (…) la actitud dubitativa, no como parálisis de la acción, que también puede llegar a serlo, sino como ejercicio de reflexión, de ponderar los pros y los contras cuando las vísceras están a flor de piel (…)

(…) la filosofía es siempre un ejercicio de escepticismo[i]. Aprender a dudar implica distanciarse de lo dado y poner en cuestión los tópicos y prejuicios, cuestionarse lo que se ofrece como incuestionable. No para rechazarlo sin más (…) sino para examinarlo, analizarlo, razonarlo y decidir qué hacer con ello (…)

Aprender a dudar es asumir la fragilidad y la contingencia de la condición humana que no nos hace autosuficientes (…) una ética que aspire a ser global tiene que apoyarse en la moderación como virtud básica, porque el saber es limitado y nadie tiene la razón en exclusiva.

(…) la filosofía, la literatura, el arte, la música, tienen la virtualidad de dejarnos perplejos, de sembrar el desconcierto allí donde todo parecía claro, de estimular la curiosidad hacía lo desconocido, de dar valor a las expresiones ajenas (…) de introducir complejidad en una existencia que, porque es humana, no puede ser simple.

Victoria Camps

«Gran parte de las dificultades por las

que atraviesa el mundo se debe a que

los ignorantes están completamente

seguros y los inteligentes llenos de dudas»

Bertrand Russell

¿Por qué leer filosofía? Puede ser una pregunta que nos hagamos de manera recurrente. A priori puede tener una respuesta sencilla o no, dependerá de las ganas que tengamos de reflexionar sobre la afirmación.  

La filosofía nos ayuda a pensar por nosotros mismos. Una de las herramientas del profesional es esa, su capacidad de pensar, dudar, reflexionar, ser capaz de poner en valor un pensamiento propio. Pero ¿Cómo vamos a poner sobre sobre la mesa nuestro propio pensamiento si no entrenamos la capacidad de poner en duda nuestras afirmaciones?.

Cuando hago sesiones con directivos o emprendedores me gusta utilizar la teoría de los 5 porqués hay que profundizar para entender los problemas, hay que dudar, no somos infalibles, saber preguntar, nos ayuda a dudar; dudar nos ayuda a reflexionar; reflexionar nos ayuda a crecer.   

«Pensar tiene la misma raíz que “pesar”:

quién piensa, sopesa, evalúa, duda»

Nietzsche

(…) lo que mantiene viva y despierta a la filosofía es precisamente la capacidad de dudar, de no dar por definitiva ninguna respuesta (…) sin interrogantes y sin dudas no tendríamos curiosidad por nada, nos limitaríamos a dar lo que hay por bueno como hacen los animales que carecen de conciencia.

(…) «la virtud está en el término medio» (…) ¿Cuál es el termino medio?, ¿Quién lo determina?, ¿Con qué criterio? (…)

(…) Quién cree conocerse bien es que no sabe nada en absoluto (…) en el autoconocimiento está la escuela que todos necesitan (…)

(…) la duda sirve para eliminar prejuicios, supuestos no fundados, creencias no examinadas, y no es en el absoluto contradictoria con la búsqueda de la supuesta verdad (…) el objetivo del filósofo no era permanecer en la duda, sino que la duda le ayudara a razonar bien (…)

(…) sabio estoico: una persona que sabe moderar sus emociones y ejercita el buen juicio (…)

(…) la persona prudente es la que sabe gobernarse por el término medio, gracias a lo cual tomará las decisiones adecuadas. Requiere una sabiduría que no es solo teórica, sino práctica, la sabiduría derivada del ejercicio constante y de la buena disposición para ajustar la conducta a lo que debe ser, no a lo más apetecible en cada momento (…)

(…) la tarea del filósofo se ha expresado con frecuencia como una sucesión de interrogantes que Kant sintetizo a la perfección: ¿Qué podemos conocer?, ¿Qué debemos hacer?, ¿Qué tenemos derecho a esperar? (…) ¿Qué es el hombre? (…)

Los fanáticos no dudan. Se agarran con fuerza a la supuesta verdad de sus creencias. Por eso son inmunes a las razones y no contemplan la autocritica ni les interesa la crítica externa (…)

(…) respetar al otro, reconocer su cultura, no tiene por qué convertirse en una especie de prohibición de ostentar lo propio.

(…) si queremos poner el conocimiento al servicio de la humanidad. La educación humanística, que se desarrolla especialmente leyendo, puede contribuir a esa tarea de examen y reflexión sobre el quehacer humano.

«La duda no es vencida por el conocimiento,

sino por la fe,

igual que la fe ha traído la duda al mundo»

Kierkegaard

Elogio de la duda

Victoria Camps

Arpa editores

Link de interés

La duda, con toda certeza para crear conocimiento

El discurso del método

La República

Ética a Nicómaco

El arte de la prudencia

La soledad del directivo

El retorno de los chamanes

Cartas del Diablo a su sobrino

Meditaciones

«No hay discusión posible

sin contradicción»

Cicerón

Recibid un cordial saludo

[i]Bertrand Russell