El B-1, primero de la serie, llegaba a 1.000 kilogramos de empuje; el BE-2, 14.000; y el B-3, 50.000. Por su parte, el BE-4 levanta 250.000 kilogramos de empuje con un solo motor. Para comparar: el motor Merlin que utiliza los cohetes de SpaceX emiten 86.000 kilogramos de empuje y es por esto que esta compañía coloca nueve de ellos dentro de un cohete Falcon 9.
En tanto que los cohetes New Glenn de Blue Origin llevaran siete motores BE-4 para alcanzar los 1,75 millones de kilogramos de empuje y una carga útil de 13 toneladas métricas hasta una órbita geoestacionaria de transferencia o 45 toneladas métricas a un órbita baja. La carga útil de los Falcon 9 son 8.300 y 22.800 kilogramos en cada uno de las orbitas mencionadas, respectivamente, de acuerdo a lo informado por el portal The Register.
La primera misión del BE-4 no será en un lanzamiento de Blue Origin, sino que será colocado en un cohete Vulcan operado por la United Launch Alliance, una empresa conjunta entre Boeing y Lockeeheed. Esta empresa opera ya los cohetes Atlas y Delta, pero apuesta a que Blue Origin pueda motorizar sus Vulcan en 2019, algo que parece razonable. Además, la empresa de Bezos está trabajando en el BE-4U, una variante de este motor para propulsión directamente en órbita.
Todas las versiones del motor funcionan con una combinación de oxígeno líquido y gas natural licuado, un combustible que es fácil de adquirir y no requiere de gases inertes que precisan ser presurizados; y también es un combustible limpio, ecológicamente hablando, lo que le sirve a Blue Origin para conseguir su objetivo de reutilizar rápidamente las primeras etapas de sus cohetes.
Fuente: Infotechnology.com