Volvemos por tercer mes a la búsqueda de #elpanperfecto, y este mes el pan propuesto fue la focaccia.
Yo ya tenía dos focaccias en el blog, una con cebolla y otra con calabacín y cebolla roja, como podéis imaginar me encanta, y para esta ocasión quería hacerlo de otra manera, así que aprovechando la panificadora del Lidl y que había visto una focaccia en el blog de Verónica... me lancé.
Al hacerla en la panificadora, yo no tuve que amasarla ni nada, y el sabor es delicioso. Podéis comerla tal cual o bien rellenándola de cosas ricas, está deliciosa os lo aseguro.
¡¡A ponerse el delantal!!
Ingredientes- Una lata de cerveza.- 15 ml. de aceite de oliva virgen extra.- 500 gramos de harina de fuerza.- 10 gramos de sal.- 1 sobre de levadura de panadero.- Sal gorda y aceite de oliva virgen extra para adornar.
Poner los ingredientes (menos la sal gorda y el aceite de oliva para adornar) en la cubeta de la panificadora en el orden que los he nombrado (primero los ingredientes líquidos y luego los sólidos, y lo último en añadir debe ser la levadura de panadero).
Programar la panificadora en el programa amasado (en la mía del Lidl es el programa 6).
Una vez que haya terminado la masa y el levado dentro de la panificadora, sacar la masa y estirarla sobre la bandeja del horno. Tapar con un paño y dejar levar media hora.
Hacer los agujeros tan característicos de la superficie con los dedos, echar sal gorda y aceite de oliva virgen extra al gusto y llevar al horno precalentado a 200º durante 15 minutos.
Espero que os haya gustado.