Está claro que todo esto es una exageración. Ni yo tengo la planta de Rugter Hauer ni la Pfeiffer es tan perfecta como la Maestra-Jedi. Pero esta peli siempre saca el garrapiñado que llevo dentro. Lo cierto es que una de mis frases hechas más usadas es "mi mujer y yo nos llevamos muy bien, apenas tenemos tiempo para discutir". Y no sé qué es más triste, si el hecho de que esto sea así realmente, o que lo tenga ya tan asumido. No me queda otra que esperar al siguiente cambio de guardia.
¡Que la Fuerza os acompañe!
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