El presidente cursa su segundo mandato; ha sido asediado desde su comienzo por el Partido Republicano, por lo que además de servirle de venganza a Obama, en última instancia, le aportará satisfacción personal. Barack Obama ha dejado sus promesas electorales para el final. A poco más de un año de abandonar la Casa Blanca, ha decidido hacer valer sus palabras. Ha comenzado a desmantelar la prisión de la Base Naval de Guantánamo preparando el jaque mate una vez que se ha manifestado el descontento del electorado norteamericano, por lo que los demócratas perdieron la mayoría en el Senado y en ambas Cámaras de Representantes por su reforma migratoria. Sumen a eso la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, “Obamacare”, que los republicanos esperan dejar sin efecto. Y ahora el intercambio con Cuba de prisioneros y el anuncio de las relaciones diplomáticas. Todo me hace recordar el dicho popular, “a rio revuelto, ganancia para el pescador”. Y el presidente Obama es el único que puede obtener algún pez en esta revuelta, pues que los republicanos deroguen la reforma migratoria, los deja muy mal parados ante la comunidad latina y los once millones de emigrados en general, que les restarían votos en las puertas de las elecciones presidenciales al obligarlos a ejercer un papel negativo.
Reitero que Obama ya no tiene nada que perder en cuanto a lo personal. Si algo obtiene de ganancia, será para su partido y su representante de cara a las elecciones. Nada, que a rio revuelto, sorpresa nos dará la vida.
Ángel Santiesteban-Prats
Diciembre de 2014. Prisión Unidad de Guardafronteras Jaimanitas, La Habana.