El“vuelo de los muertos” y la danza “Guacamaya” o Lakka.

Por Exprimehistorias

La danza del Volador es conocida en Papantla como “Vuelo de los muertos” o Kos’niin y está relacionada con la danza Hua-hua también llamada “Guacamaya” o Lakka.

Tenía que ver con un rito orientado a pedir la lluvia debido a un periodo largo de sequía, el rito en aquellos tiempos no se iniciaba lanzándose al vacío, si no con la selección del “palo volador.”

Se internaban en busca del más alto, se danzaba en torno a él y se realizaba una serie de pasos para llevarlo al lugar en donde lo colocarían.

Las mujeres tenían prohibido tocarlo ya que era una señal de mal augurio. Actualmente se ha generalizado al empleo de postes de acero con pequeños peldaños metálicos, conservándose únicamente de madera el bastidor y el tecomate.

Los totonacas

Eran un pueblo indígena mesoamericano de la zona de Veracruz en México.

Los totonacas se desarrollaron en la parte central de Veracruz y hacia el clásico tardío, llegaban al sur hasta la cuenca del río Papaloapan, al oeste a los municipios de Acatlán estado de Oaxaca, Chalchicomula estado de Puebla, el Valle de Perote, las sierras de Puebla y de Papantla y las tierras bajas del río Cazones.

En las fiestas no puede faltar la danza. La más conocida es la de Los Voladores, que contiene elementos de simbolismo solar. Otras danzas son las de Moros y Cristianos, Tocotines, Negritos, Tambulares, Tejoneros, Pastores y Huehues.

La danza de los voladores de Papantla

Anteriormente era conocida como “kos’niin” o “vuelo de los muertos”, y tiene en común con otra llamada “hua hua”que utilizan el mismo aparato giratorio de madera, sólo que el volador gira en un plano horizontal, mientras que el “hua hua” lo hace en forma vertical en un aparato llamado de cruz o molinete.

Las dos danzas rendían culto a los dioses de la fertilidad, como Xipe Totec y Tlazolteotl.

Los voladores usaban un palo tan alto que llegaban al suelo después de dar trece vueltas, número que, al ser multiplicado por los cuatro voladores, da 52, que es el número del ciclo del calendario mesoamericano.

La rotación de los aparatos simboliza el movimiento de los astros, en especial el del sol.

Los jóvenes de la Escuela de Voladores de Papantla

Estos chicos aprenden la tradición de la danza en el Palo Volador. A esta escuela que está situada en Papantla Veracruz, van niños desde los 4 años de edad a aprender y conservar el culto a la danza de las aves.

Los ancianos voladores además de enseñarles a volar, les enseñan a hablar totonaco, el valor espiritual del ritual y los sones que en él se tocan.

En el año 2000 el Gobierno de México otorgó a la Unión de Danzantes y Voladores de Papantla el Premio Nacional de Ciencias y Artes en su rubro de Artes y Tradiciones Populares.

El 30 de septiembre de 2009 la ceremonia ritual de los voladores fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad; el anuncio fue hecho por la Unesco durante las reuniones del Comité intergubernamental para la salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial en la ciudad de Abu Dhabi.

La danza de los voladores de Cuetzalan

La Ciudad de Cuetzalan es una localidad enclavada en las estribaciones de la Sierra Norte de Puebla. La danza de los Voladores de Cuetzalan, es una danza de fertilidad, con hondas raíces prehispánicas. Se cree que se practicaba desde la época del Posclásico Temprano (900-1200 d.C.).

El rito del Volador o alguna variante de él (como el hua-hua y el quetzalin), aún se ejecuta entre varios grupos étnicos de México y Centroamérica.

Las más conocidas son las de los huastecos y los totonacos de Veracruz. Durante la ceremonia, cuyo objetivo es la fertilidad de la tierra, cuatro hombres trepan a un poste de madera que puede llegar a alcanzar hasta 40 m de alto. Lo cortan con el beneplácito del dios de la montaña.

El caporal, se coloca en la punta del poste, y con una flauta y un tamborcillo toca melodías dedicadas al Sol, a los cuatro vientos y a las direcciones cardinales.

Los cuatro hombres, atados con cuerdas al poste, se lanzan al vacío y descienden lentamente mientras simulan volar. Esta danza recrea el mito del nacimiento del universo, permite la comunicación con los dioses y ayuda a la prosperidad del grupo.

Con el nombre de “La ceremonia ritual de los voladores” fue inscrita en 2009 en la “Lista representativa del patrimonio cultural inmaterial de la humanidad”.

Los sones de volador

Son ejecutados por el caporal, músico y danzante que realiza la función de sacerdote y guía en el ritual.

El caporal fabrica los instrumentos musicales usados para la danza. Los instrumentos están fabricados con materiales obtenidos en el entorno natural de la región.

Hay caporales ya retirados que sólo se dedican a la construcción de instrumentos musicales para vender como artesanías, aunque también construyen instrumentos para otros caporales activos que no tienen el tiempo o el conocimiento para construir los propios.

La flauta de volador, es una flauta de pico de tres orificios, de embocadura tubular con aeroducto.

Esta danza también se practica en Guatemala, en el departamento del Quiché, en Chichicastenango y Joyabaj, entre otros.​

Se realiza durante las actividades de celebración de los patrones de dichos municipios, para lo cual, cuentan con el elemento principal que es el “palo” frente al Templo Católico y se ubica permanentemente en ese sitio, hasta que es utilizado cada año.


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