Embajadores y diplomáticos

Publicado el 01 octubre 2015 por Catgo

Es evidente que una visita de estado es la máxima expresión plástica de la diplomacia entre dos países, y es una gran oportunidad para los gestos y los mensajes subliminares, incluso en el campo de la etiqueta y la moda. De ahí que los anfitriones y los invitados se conviertan a la vez en embajadores y diplomáticos.
Hace unos días el actual presidente de la República Popular China, Xi Jinping, acompañado de la primera dama, Peng Liyuan, realizaron una visita de estado a EEUU, invitados por el presidente Barack Obama. Como es habitual en el programa de actos, no faltó una cena de gala en los salones de la Casa Blanca, momento especialmente utilizado por Michelle Obama para hacer varios guiños en diferentes direcciones, que no han pasado desapercibidos. En 2001, cuando el anterior presidente chino, Hu Jintao, visitó los EEUU también la cena de estado dejó alguna que otra imagen, que de manera comparativa nos sirve para ilustrar este post, y comentar el simbolismo de los vestidos, así como los mensajes subliminares de la primera dama estadounidense.

Visita de estado del anterior presidente de la República Popular China a EEUU en 2001


Como se desprende de ambas imágenes, las cenas de estado en la Casa Blanca son cenas de gala, tal y como podemos ver en la vestimenta de los anfitriones: smoking para el Presidente y vestido largo para la Primera Dama. Por ello, sorprende que en la fotografía de la cena del 2001, el presidente Hu Jintao -que acudió sin acompañante-, se le vea vistiendo traje oscuro con corbata, más apropiado para una reunión de negocios. ¿Una forma de manifestar su oposición a las normas de etiqueta occidentales? No sabemos a ciencia cierta sus verdaderos motivos, lo que sí que queda claro es que, puestos a elegir, nos quedamos con la imagen de su sucesor que, como viene siendo habitual desde que accedió al poder, nunca ha dudado en usar el vestido nacional chino cuando se trata de etiqueta de gala, enalteciendo de esta manera su cultura, en lugar de saltarse la etiqueta del evento.
El tangzhuang es un tipo de chaqueta que se dice está inspirada en el magua, una prenda de ropa de origen manchú, y que se empezó a usar a principios del siglo XX. También se conoce con el nombre de traje Mao, desde que dicho presidente empezó a vestirlo de forma habitual, tanto en ceremonias de estado como en significantes eventos diplomáticos. El traje, de hecho, es todo un símbolo del nacionalismo chino desde que lo creó Sun Yat-sen, el padre de la China moderna y que puso fin a 2000 años de feudalismo en el país. A diferencia de su antecesor, el actual presidente chino lo ha adoptado como su prenda habitual en los eventos de gala.

Visita de estado a los Países Bajos; etiqueta de gran gala


Respecto a los trajes de Michelle Obama, no solo envían un mensaje subliminar de buena anfitriona, sino una especie de bandera blanca para solucionar problemas de política doméstica.
Según parece, el vestido que la primera dama estadounidense lució en 2001, a pesar de haber tenido la delicadeza de elegir el rojo como guiño al color que representa la buena suerte en la cultura china, se lo encargó a una diseñadora británica, cuando se supone que la visita de estado se llevó a cabo para promover las relaciones chino-americanas en todos los campos, especialmente en el económico. De ahí las críticas que los diseñadores de la Seventh Avenue (n.a. el tramo de dicha avenida, situada entre la calle 34 y la calle 39, se conoce oficialmente como Fashion Avenue) realizaron en contra de Michelle Obama al anteponer las creaciones europeas a las de su propio país, cosa que no había hecho desde que llegó a la Casa Blanca.
En esta ocasión, sin embargo, la diplomacia ha actuado y para zanjar la polémica, la Primera Dama ha pedido disculpas simbólicamente a través de un gesto de “buenos oficios” hacia las creaciones de moda estadounidenses, pero sin olvidar homenajear a sus invitados. No solo ha elegido a una diseñadora chino-americana, sino que con el vestido y el peinado ha querido lucir el más puro glamur hollywoodense, un verdadero escaparate para las creaciones de alta costura de los EEUU.
En conclusión, y visto lo visto, nunca nos debemos quedar con la información que percibimos a simple vista.
Para saber más:
Información sobre el menú y el setting de las mesas