Se me ocurrió pensar que todos podríamos adoptar esta actitud de cuidado de nosotros mismos pues al fin y al cabo todos tenemos un niño en nuestro interior. Todos podemos tomar la decisión de relativizar y ponernos a nosotros mismos en primer plano. Lo primero es nuestra salud, nuestra felicidad y paz interior. Podemos pararnos, dejar de correr, empezar a mirarnos, observarnos, mimarnos, y reírnos un poco de tantos problemas. Los niños viven plenamente el presente, disfrutan del juego, de la risa, se fijan en las flores, están en el ahora. Eso es lo que quiere nuestro niño interior y nosotros podemos dárselo.No es fácil, no se consigue dejándose llevar, no sale solo. Exige disciplina y trabajo interior. Podríamos decir que es también como un pequeño parto. Seas hombre o mujer tienes la oportunidad de darte luz a ti mismo. Toda la vida estamos naciendo y muriendo.
Se me ocurrió pensar que todos podríamos adoptar esta actitud de cuidado de nosotros mismos pues al fin y al cabo todos tenemos un niño en nuestro interior. Todos podemos tomar la decisión de relativizar y ponernos a nosotros mismos en primer plano. Lo primero es nuestra salud, nuestra felicidad y paz interior. Podemos pararnos, dejar de correr, empezar a mirarnos, observarnos, mimarnos, y reírnos un poco de tantos problemas. Los niños viven plenamente el presente, disfrutan del juego, de la risa, se fijan en las flores, están en el ahora. Eso es lo que quiere nuestro niño interior y nosotros podemos dárselo.No es fácil, no se consigue dejándose llevar, no sale solo. Exige disciplina y trabajo interior. Podríamos decir que es también como un pequeño parto. Seas hombre o mujer tienes la oportunidad de darte luz a ti mismo. Toda la vida estamos naciendo y muriendo.