Fue cerca de las 10:30 de la mañana cuando un actuario en compañía de civiles y autoridades, notificaron que la fábrica tenía que ser desalojada por los trabajadores para iniciar con un procedimiento de embargo de la propiedad. Los demandantes solicitaron que los bienes muebles fueran sacados a la calle.
El embargo habría sido concedido por un juez de lo mercantil, debido a la falta de liquidez en el pago a socios del mismo negocio, aunque no se brindó más detalle al respecto.
La fábrica de mezcal, la cual da trabajo a decena de personas y es sustento de familias, se encuentra en la incertidumbre pues se desconoce que si la fábrica seguirá produciendo las 10 botellas mensuales de este licor .