Algo muy grave debe estar pasando para que se reunan los verdaderos amos del mundo, los miembros del el G7. Es probable que la opinión pública mundial no esté al tanto de todos los peligros y riesgos que están amenazando a la Humanidad en estos momentos.
Acaba de publicarse un artículo que habla de esas emergencias fatales y que merece la pena leer. Su título es "Las cosas se desmoronan" y no puede ser más sugestivo y amenazante.
El artículo analiza la concatenación de amenazas y tragedias que están ocurriendo en los últimos tiempos: un volcán de Islandia que amenaza la navegación aérea, el extraño y oscuro desplome de la bolsa de Nueva York, achacado a un error informático, el atentado fallido con coche bomba en la neoyorkina Times Square y el más grave de todos, el escape de petróleo que está envenenando en Golfo de México, al parecer más terrible e incontrolable de lo que nos están diciendo.
Pero hay muchas amenazas reales que crecen a nuestro lado y que están transformando, poco a poco, nuestro mundo, haciéndolo cada vez más inhóspito e inhabitable: los ciudadanos están perdiendo la confianza en sus gobiernos, la crisis económica, si continúa, podría abrir el temible capítulo de las revueltas callejeras, la avaricia y la corrupción están fuera de control, la población mundial está creciendo demasiado y tal vez este mundo superpoblado se vuelva ingobernable...
Algunos se atreven a hablar claramente de las trompetas del Apocalipsis que preceden el fin de los tiempos, pero, aunque esa interpretación sea exagerada, lo cierto es que el mundo que vivimos se está desmoronando y todo parece indicar que la Humanidad se verá obligada a construir un nuevo orden mundial porque el vigente hasta hoy es ya un caos incontrolable.
Algunos expertos afirman que los gobiernos no saben como controlar la crisis económica y que la única solución que se está aplicando es poner a tope de funcionamiento las maquinas de fabricar billetes, lo que equivale a agravar la crisis y postergar la gran explosión. Otra de las grandes amenazas esgrimidas es que el terrorismo se habría hecho con el control de al menos un par de artefactos nucleares y que, según los servicios de inteligencia, estarían a punto de utilizarlos. No son pocos los que sostienen que el escape de crudo del Golfo de México está liberando nada menos que 50.000 barriles por día, diez veces más de lo que las autoridades admiten, lo que lo convertiría en la peor amenaza para el medio ambiente en toda la Historia. Los más atrevidos dicen, incluso, que la única forma de sellar el escape es utilizando bombas atómicas.
Nuestros medios para conocer lo que está ocurriendo y la verdadera dimensión de lo que ocurre son escasas. La única manera que tenemos los ciudadanos de acercarnos a la realidad es atando cabos y utilizando la inteligencia y la imaginación, un camino poco científico y nada riguroso, pero que, a veces, permite desentrañar los hechos reales y misterios que el poder oculta a los ciudadanos.
Lean el artículo "Las cosas se desmoronan" y lean también los versículos del Apocalipsis de San Juan que describen los fenómenos que precederán el reino del Anticristo y la llegada del dia de los tiempos. No sé si servirán para acercarnos a la verdad, pero ´lo que les aseguro es que contribuirán a hacernos temblar de espanto.