Emerson+Lake 2010 - Parte I

Publicado el 18 mayo 2010 por Bitacorock

Los que colgamos de una rama sumamente fructífera del añoso árbol del prog-rock acabamos de vivir una experiencia tan singular como apasionante. Urge destacar desde el comienzo que no... no estuvimos presentes en ninguno de los 27 conciertos que Keith Emerson y Greg Lake terminan de ofrecer a lo largo y ancho de Estados Unidos en estos últimos 45 días. Pero la tecnología actual, que hace posible la libre convergencia de internautas unidos por una pasión común nos mantiene increíblemente comunicados más allá de cualquier barrera geográfica para compartir acontecimientos en tiempo muy cercano al real, regalándonos el extraño privilegio de "estar ahí"... sin estarlo...

Claro, no es lo mismo, pero confieso que es mejor que nada.

Lo que sigue es un pretendidamente breve concierto parlante que intentará apenas una síntesis de lo mucho que vimos y escuchamos pero que fundamentalmente leímos sobre esta original aventura conjunta que, poniendo pecho y arremetiendo con suma gallardía para derribar los muchos obstáculos interpuestos en el camino, emprendieron estos dos sesentones apasionados.

Una aventura que traza un exacto contrapunto con la magnificencia que acabamos de ver en la California Jam. Es que los tiempos, las circunstancias y la misma vida -nuestra y la de Keith y Greg- nos han permitido descorrer la cortina para percibir con inocultable claridad que detrás de dos encumbrados ídolos de juventud siempre hubo -y, hoy más que nunca, hay- dos seres humanos que se mostraron tal como son, es decir, iguales que nosotros.

Quedan todos invitados a disfrutar de nuestro concierto, aunque antes de empezar debemos acogernos a una salvedad que nuestro gran amigo Quique Quagliano supo definir con increíble consonancia poética: "... qué difícil es opinar en este caso en particular, donde comienzan mis emociones en el exacto lugar en el que muere mi objetividad"


"VOLVIENDO A CASA"

Paseo

Hemos de dar fiel crédito a su línea deslizada durante una de las primeras entrevistas que devolverían nuevamente en escena a Greg Lake, tras una ausencia de 4 años, en noviembre pasado: "Me encantaría salir de gira con Keith como dúo en un show unplugged o algo así", cantó Mr. Lucky Man. Claro que no lo sabíamos entonces, pero en ese momento el proyecto venía mucho más cocinado y aderezado de lo que parecía la receta que nos pintó Greg.

Conociendo los remezones -eso sí, de índole meramente profesional- que sacudieron la integridad del tándem Emerson-Lake durante toda la vida de ELP y el retrato poco halagador de Greg que Keith Emerson dibuja tanto en su autobiografía como en entrevistas de fines de los ’90-principios de esta década, no sólo la reunión de ELP en pleno parecía definitivamente extinguida en el tiempo, sino que una reunión Emerson-Lake sonaba más bien a utopía sincrónica.

Hete aquí que mientras los fieles seguidores ponderábamos sobre tales lamentos, una corriente oculta de inmejorable onda discurría por los cables que unen sin remedio a estos polos opuestos. Como genial corolario de esa corriente oculta, a fines del 2009 surgieron dos bombazos que parecían escapar de todo razonamiento lógico: la reunión de ELP para su 40º aniversario en el marco del High Voltage Festival a celebrarse en Londres durante el último fin de semana del venidero julio y... el lanzamiento de Emerson+Lake, con logo propio y en formato íntimo e informal.

Si sendas reuniones habrán de quedar enganchadas en el tiempo e incitar nuevas giras y álbumes todavía está en carpeta... aunque el futuro sonríe. Bien es sabido que Carl Palmer revolotea incansablemente por el mundo con Asia y su CP Band, por lo que su agenda y compromisos contractuales son más bien nutridos. "Only time will tell", dice Asia. Por el contrario, Emerson+Lake no parecen tener planes inmediatos con sus respectivas bandas y de un tiempo a esta parte mantienen una sólida asociación profesional, con tal afecto mutuo que uno sospecha que a esta altura ya no hay lugar para futuros distanciamientos. Tal como escribiéramos en estas mismas páginas meses atrás, a pesar de tanta agua corrida bajo el puente, bien en el fondo KE y GL se respetan, se admiran y fundamentalmente se adoran.


Erupción

Promocionada oficialmente como "Una noche íntima con Keith Emerson y Greg Lake, presentando la música de Emerson Lake & Palmer, The Nice y King Crimson" y anunciada como "Un show ’unplugged’, íntimo y especial, muy diferente de lo que ambos han interpretado como solistas o junto a otros músicos", la concepción de esta gira portó detonantes muy particulares.

En primer lugar, lo que sonaba a quimera mutó en un inesperado y grato acontecimiento: la vuelta al pentagrama de Emerson y Lake. Cuando en su primer chat oficial le pregunté a Greg qué había motivado a él y Keith para volver a componer juntos después de todos estos años (eso sí, tuve que reprimir la tentación de tipear "años turbulentos") me regaló una respuesta sumamente emotiva y harto elocuente: "Creo que ambos sentimos la sensación de volver a casa de alguna manera".

"Volver a casa". Sí que fue gráfico en su percepción.

Esa sensación fue madurando con el tiempo. Meses de trabajo conjunto en Londres, en el estudio de grabación de Greg, y un largo proceso creativo de música nueva aún inédita, sin duda invitaron a más de un relax. Un prolífico historial recoge esas sesiones de relax en el pasado, de las que surgieron tantas rarezas de ELP que supieron llegar al disco: "Are you ready Eddy?", "Tiger in the spotlight", "Brain salad surgery", "Fanfare for the common man"...

Como dos viejos zorros bien nostálgicos de épocas idas, no sorprende que el relax haya estado fuertemente condimentado con un sabor ELP y un sutil toque Nice/King Crimson. Ah, otro "volver a casa". Un volver a cómo sonaron sus diamantes en bruto, antes de tallarlos con pulcritud y de que Carl aportara su frondoso caudal instrumental para arribar al producto de joyería.

Debe haber sido una experiencia que caló hondo en dos corazones sexagenarios porque cargaba consigo el elemento catalítico que faltaba. De ahí en más surgió la idea conjunta (aunque apuesto que fue Greg el que aportó el mejor reactor) de trasladar el producto de esas sesiones de relax desde un estudio casero hacia un escenario de reducidas dimensiones, intimista, informal y por qué no, familiar, capaz de recrear el paisaje con la mayor exactitud posible, preferentemente con el mismo decorado y reproduciendo el clima cordial y de camaradería que reinaba entre ambos.

¿Imaginaríamos a ELP en un entorno como este?

Manticore Hall. Así bautizaron Keith y Greg a su estudio ambulante, ese que engalanaría el escenario en pocos meses más.

Un tiempo y un lugar

El 2009 se fue con el anuncio oficial de la gira Emerson+Lake, aunque para variar... sólo por Estados Unidos! Una vez más los fans ingleses bramaron de ira por no tener a sus hijos en casa... pero tendrán a EL+P en julio en el High Voltage Festival... El resto de los países seguimos bramando, si bien entendemos que Emo & Lakey no pueden acogerse a una distribución salomónica para repartirse tanto como quisiéramos. Paciencia. Después de todo, en el espíritu y las intenciones de ellos mismos, esta gira E+L traerá cola...

El esperado "volver a casa" de los dos tercios del mito ELP estaba previsto para el 1º de abril, Jueves Santo, en Cleveland, Ohio. Con el correr de las semanas se fueron agregando más y más fechas... hasta que algunos fuimos asaltados por los cuestionamientos que el rigor parecía imponer: ¿los muchachos tendrán conciencia de que ya no son "chicos"?, ¿podrán soportar un tren de gira tan alocado como en sus buenas épocas?, ¿la mano de Keith? ¿la garganta de Greg?... Ambos venían con antecedentes de cancelación de giras completas -Greg en 2006, Keith en 2009- y muchos fans aún guardaban en la capa más superficial de su memoria el frondoso historial de desavenencias del par Emerson-Lake.

Para algunos (me incluyo) el desafío de recrear la música de ELP desde la óptica de su dúo creativo enmarcado en un show unplugged sonaba poderosamente excitante. Otros no lograban hacerse a la idea de cómo diablos Keith y Greg habrían de prescindir de un componente imprescindible: la batería de Carl.

He aquí precisamente donde el panorama de esta curiosa gira comienza a trazar una línea divisoria entre las expectativas de la audiencia: ¿se trataría de shows de "ELP menos P" o algo completamente diferente, alternando música y charla con el público en minúsculos teatros de 1.500 localidades promedio?

Hmmm...

Los norteamericanos tardarían unos 10 shows para empezar a acostumbrarse al original formato por Keith y Greg + Management desplegaron ante sus ojos y oídos...

Enigma sin fin

El Jueves Santo comenzó con un paso mal dado. No precisamente el de Greg -que de veras le valió un tobillo maltrecho días antes del debut- sino en el sentido general. Con el público ya apiñado en el Lakewood Civic Auditorium disfrutando del soundcheck que se dejaba oír y posteriormente apoltronado en sus butacas aguardando impaciente y después de tantos años el tradicional saludo "Welcome back my friends to the show that never ends!", 40 minutos después de la hora señalada se anunció la cancelación del show. Puesto que el 1º de abril es para Estados Unidos lo que el 28 de diciembre es para la Argentina (el "Día del Inocente") al principio la audiencia festejó con aplausos la broma oportuna. Mas no se trataba de una broma. No habría show.

Sin mediar explicación alguna y antes de emprender la retirada con las manos vacías, el público irritado hubo de conformarse con tomar fotos del curioso escenario de Manticore Hall, dominado por "The Beast" (mote con el que Keith llama a su sintetizador modular Moog) + cinco teclados diferentes a la izquierda del escenario... y por los parlantes y cabezal Mesa Boogie + guitarras de Greg (bajo Fender y Gibson acústica) + taburete a la derecha. El decorado del fondo era una fachada símil piedra con dos puertas en arco estilo gótico a cada extremo cerradas con cortinas rojas, destacando en el medio de la "pared" una cabina de grabación con un cartelito luminoso Recording encima de la "ventana" y dos lámparas de lava flanqueando dicha "ventana". Ingenioso y pintoresco. Ahora... ¿que hacía "The Beast" en un entorno supuestamente unplugged? A falta del esperado Grand Piano, todo hacía suponer que por lo visto el material de E+L distaría mucho de ser acústico.

La largada en falso y sin explicación oficial inmediata dio lugar a decenas de especulaciones por parte de los fans, la más fuerte apuntando a un nuevo encontronazo verbal Emerson-Lake minutos antes del showtime. Calma. Los muchachos ya están grandecitos para comportarse como dos prima donnas. Eso era antes, no ahora en que ciertamente no son dos viejos cascarrabias. Por ende, el rumor de una pelea entre titanes no parecía encontrar el ring correcto.

Es posible que nunca sepamos a ciencia cierta qué razón provocó la abrupta cancelación no sólo del concierto debut, sino también de los dos siguientes, viernes 2 en Pennsylvania y sábado 3 en Connecticut. Las posteriores declaraciones oficiales, abundantes en las disculpas del caso y aludiendo principalmente a inconvenientes técnicos, fueron un tanto evasivas y levemente contradictorias, de modo que uno arriba a la conclusión de que el verdadero motivo de dichas cancelaciones va más allá de la competencia del público. Punto. Si en algo se pusieron de acuerdo dichos manifiestos, fue que la gira sería reanudada, o mejor dicho iniciada, en la siguiente fecha planeada -correspondiente al lunes 5 de abril en Maryland- y que los shows cancelados serían reprogramados, como en efecto lo fueron, para los primeros días de mayo.

La maldición de Baba Yaga

Había expectativa en el teatro ese lunes 5 en Maryland, pero también bronca e incertidumbre. Un anunciador apuntó que Greg sufría de una infección de garganta, pero que el show debía seguir, por lo que las disculpas fueron ofrecidas de antemano en caso de que su performance vocal no sonara a la altura de lo esperado.

E+L irrumpieron en escena 10 minutos después de la hora fijada. Tras los aplausos y vítores con los que la concurrencia saludó a dos gigantes de caras sonrientes que no aparecían juntos en un escenario desde 1998, Keith se perdió entre su maraña de cables y teclados, y Greg se ubicó en su taburete catapultado por los parlantes detrás y las guitarras alrededor. Sonó el primer acorde... y al instante la magia se apoderó del teatro completo.

No hay nada que discutir: aunque cargan con los rasgos inocultables de la edad -si bien todavía con el pelo más o menos intacto que pondría verde de envidia a Ian Anderson- y con sendos lentecitos recetados anclados en sus narices (Keith ocasionalmente, Greg permanentemente) estas dos leyendas imponen su pasión por sobre sus impedimentos y tiran hacia adelante como dos locomotoras de 20 cilindros.

Los detalles del material interpretado y del formato global de los shows vendrán en el próximo post. Por ahora sigamos con la crónica.

No pueden hacerse oídos sordos (ni ojos ciegos) a las tribulaciones de Keith con su mano derecha. Quienes han visto al Mago concuerdan en la dificultad extrema para manejarse en muchos pasajes exigentes, manteniendo los dos últimos dedos curvados, tal como se apreciaba en los conciertos de ELP de 1996-98. El pentagrama emersoniano en pleno sonó más lento, más reposado, con Keith derivando gran parte de la performance al trabajo de su mano izquierda. Duele reconocer que ya no veremos a ese Keith Emerson volando sobre el teclado. Pero eso es el pasado. Ahora vemos en cambio a un héroe que no ha perdido ni un ápice de su inmenso talento y que no baja los brazos porque lucha denodadamente por imponer su pasión y entregarla a quienes deseen compartirla. Toda una lección de tenacidad y fortaleza.

No es la única lección de tenacidad y fortaleza que aprendimos en esta gira. Greg dio todo lo que su garganta averiada le permitió esa noche, mostrando en sus mejores momentos que aún es "la Voz" con todas sus letras y que pulsa ese bajo y esa Gibson acústica con la misma precisión de relojería que mantenía 40 años atrás, sin atrasar, sin adelantar: el timing correcto. Su voraz empeño no obstante le estaba haciendo daño y el esfuerzo vocal terminó en un boomerang. Al día siguiente, ya sin voz, el médico le ordenó absoluto silencio de radio hasta el próximo show en Nueva York, dos días después.

En el medio quedó atrapado el concierto del martes 6 en Virginia... cancelado a escasas dos horas del inicio y reprogramado para mayo.

A esta altura, con 4 de 5 shows cancelados en menos de una semana, la credibilidad de la gira E+L se encontraba en serios problemas de cara a un público con razón desilusionado, pero en muchos casos también poco tolerante e incomprensivo.

"Me acuerdo cuando fui a ver a Elvis [Presley] días antes de que muriera... Estuvo terrible! Sin embargo la audiencia se comportó como si fuera el gran Elvis de siempre. Fueron increíblemente indulgentes porque lo adoraban y en cierta forma estaban viviendo ese dolor junto a él..." (Newears’s Weblog, noviembre 2009). Aunque pulse cuerdas, Greg siempre da en la tecla...

¿Acaso los artistas no son seres humanos iguales que nosotros, todos perdiendo kilocalorías y decibeles gradualmente a medida que nuestros años avanzan? ¿Por qué no aceptarlo, si a nosotros tarde o temprano nos va a pasar lo mismo en nuestro entorno laboral o familiar? "¿Por qué obligarlos a ser perfectos, intachables toda la vida?", como se pregunta Quique Quagliano.

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El hado infausto posado sobre el sendero de esta gira mágica y misteriosa no duraría mucho, sin embargo.

De a poco, pero a paso firme, fue evaporándose hasta dejar asomar la claridad... y ya con terreno despejado el tour bus de Keith y Greg comenzó a rodar sin descanso por las carreteras norteamericanas... en busca de su próximo destino.

  • Emerson+Lake 2010 - Parte II (próximamente)

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