Emilia Romana: Cuna de Ferrari

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22

Emilia Romaña es la tierra del motor. Aquí nació el mito que se ha convertido en uno de los símbolos del made in Italy, reconocido en todo el mundo: la marca Ferrari.

En esta región magnífica para los aficionados de motores se encuentran el Motor Show, el autódromo de Imola, el nuevo Autódromo de Marzaglia y las Colecciones Righini, Panini y Stampellini, además de otras dos interesantes propuestas: el Museo Ferrari y el Museo Casa Enzo Ferrari.

El legítimo guardián del mito, el Museo Ferrari de Maranello (Modena) , es visitado cada año por 200.000 aficionados procedentes de todo el mundo.

Una exposición que se renueva continuamente y que propone una variada oferta, capaz de satisfacer tanto al experto de coches históricos como el amante de las carreras auotmovilísticas.

Seguramente una de las zonas más interesantes del museo es donde están expuestos aproximadamente 40 modelos, elegidos por turno entre los más prestigiosos, procedentes tanto de museos como de coleccioniones privadas; modelos que muestran la evolución del estilo y del diseño Ferrari.

Entre las numerosas salas expositivas destacan las dedicadas a la Fórmula Uno que tantas satisfacciones dió a los aficionados al Cavallino. La Sala delle Vittorie que celebra las victorias de la escudería y que expone los coches de carrera monoplaza campeones del mundo del 1999 al 2008, los 110 trofeos, y los cascos originales de los 9 pilotos campeones del mundo, como Villeneuve, Berger, Mansell y Prost. Se pueden admirar muchos objetos pertenecientes a estos pilotos: cascos, guantes, trajes y zapatos.

Hay también una reconstrucción del box Ferrari de Fórmula Uno, que contiene las piezas desmontadas de los coches de carrera monoplazas de la pasada temporada. Enfrente está situado el muro del box, el centro de control de las carreras y la posición de telemetría: una exposición que no puede perderse todo aquel que quiera vivir la experiencia cerca de la pista.

Las sorpresas no acaban aquí, en el área sound box se pueden escuchar los sonidos de los motores de algunos de los principales coches de Fórmula Uno y Gran Turismo de pista y de carretera mientras que en otra sala del museo se encuentran algunos de los más modernos motores de 8 y 10 cilindros montados en los coches monoplaza de la Escudería Campeones del Mundo del 1999 al 2008.

Por último, se aconseja visitar la reconstrucción de la primera oficina modenesa de Enzo Ferrari, donde en 1929 comenzó el mito Rojo del Cavallino.

Precisamente al creador de la marca Ferrari se le ha dedicado otro importante museo: el Museo Casa Enzo Ferrari de Modena.

Este museo, se fundó después de la restauración de la casa donde Enzo Ferrari nació en 1898. Permanecen intactos tanto la casa como el taller, pero lo que sorprende es sin duda la construcción de un nuevo edificio de diseño futurista que vuelve a proponer el capó de un Ferrari en aluminio amarillo, color símbolo de la ciudad de Módena y sobre todo color elegido por Enzo Ferrari como fondo del Cavallino.

Los protagonistas de la exposición son los automóviles provenientes de las colecciones ymuseos, símbolos de las grandes marcas italianas. Los automóviles aparecerán rodeados de escaparates curvos dentro de los cuales aparecen documentos históricos, objetos, recuerdos y audio-videos.

En el Museo dedicado a Enzo Ferrari hay también una exposición dedicada a la vida de este piloto y constructor que afirmaba " Si puedes soñarlo, puedes hacerlo". Objetos, fotos y documentos para recordar su historia, a través del automovilismo deportivo, los lugares, las competiciones y los hombres que lo conocieron: del Circuito de Modena al Aerautódromo y al Mille Miglia; desde Scaglietti, Fantuzzi, Stanguellini a Maserati, Pagani, De Tomaso y al Alfa Romeo.

En la casa natal, a través de un recorrido multimedial permanente, se recorren los eventos sobresalientes de su vida.

Lugares únicos que hacen más sólida la identidad del Motor Valley de Emilia Romaña, que han adquirido con el paso del tiempo una importancia y una dimensión internacionales.

C. Marco