Después que 2010 haya sido el año del inicio de la reconversión de las cajas de ahorro, el sector financiero español deberá afrontar en 2011 la asignatura pendiente de la banca. El presidente de AFI, Emilio Ontiveros, lo tiene muy claro. “España no se puede permitir tener 112 entidades bancarias aunque algunas de ellas lo sean en estado latente”.
Ve futuras rondas de matrimonios en el sistema bancario español a lo largo de 2011, aunque tiene claro que los sistemas de reestructuración se deben extender a otros sectores. “No olvidemos que esta crisis ha revelado un exceso de capacidad instalada en todos los sectores, en Europa continental y en España de forma particularmente explícita. Sobran empresas en todos los sectores pero en banca es imprescindible la reconversión”.
Debido al exceso de capacidad instalada de la red bancaria, “estemos asistiendo en todas las CC. AA. a una reducción del censo de empresas financieras, fundamentalmente de cajas. A lo largo de 2011 veremos en los bancos medianos movimientos en esa misma dirección y en las propias cooperativas de crédito” (existen 83).
Para Ontiveros, esta concentración puede producirse mediante “procesos internos, o a través de acuerdos con bancos de Europa ya que el tipo de banca que se hace aquí es de la más eficiente. No me extrañaría ver a bancos españoles liderando procesos de reestructuración fuera. A más largo plazo podríamos ver matrimonios entre bancos de cajas y bancos puros”.
El reputado economista no cree que la banca española tenga problemas de solvencia, “lo que me preocupa es la normalización de su actividad. Que la precaución de la banca la mantenga inhibida y siga racionando el crédito a quién lo necesita. No veo problemas sobre la salud inmediata del sistema bancario español, me preocupa que quien tenga ideas las pueda financiar”.
Este doctor en ciencias económicas reclama un pacto entre el Gobierno y las CC. AA. para garantizar a los mercados la devolución de la deuda. “Se trataría de un acuerdo en el que se pusiera de manifiesto que gobierne quien gobierne la estabilidad financiera, la capacidad de devolución de la deuda, se va a mantener. Se podría articular mediante un sistema de protección, de avales del propio Estado a las CC.AA. y al mismo tiempo unos planes de saneamiento financiero de estas últimas que sean creíbles por los mercados”.
“Es difícil, ya lo sé, pero a los políticos se les paga por eso. Para que no nos hagan las cosas más difíciles a los ciudadanos. Es verdad que el clima de enfrentamiento entre fuerzas políticas es alto pero si no justifican ahora un acuerdo de ese tipo donde la economía española está en el peor momento desde hace muchísimos años… ¡ya me dirá!”.