Emmanuel Carrère en la hora de Rusia y de Ucrania

Publicado el 16 marzo 2022 por Juancarlos53

«AL ESCRITOR EMMANUEL CARRÈRE LA GUERRA LE PILLÓ EN MOSCÚ. Y ALLÍ YA NADA SERÁ IGUAL
Miedo a estar en manos de un loco, miedo a que te espíen, miedo a quedarse atrapado. Los encuentros del cronista francés con sus amigos moscovitas destilan miedo. Y vergüenza porque estén lanzando bombas sobre Ucrania en su nombre»
(EPS, domingo 12 de marzo)

El pasado domingo la revista El país semanal incluyó en sus páginas centrales un estupendo, profundo, sincero, real y emotivo reportaje del escritor francés Emmanuel Carrère sobre la vida en Rusia en el momento actual, cuando el ejército ruso por orden de Putin ha invadido Ucrania. Carrére es un periodista, escritor, guionista y realizador francés. Sus padres son Louis Carrère d'Encausse, negociante de seguros, y Hélène Carrère d'Encausse, de soltera Hélène Zourabichvili. 
Es precisamente por parte de la madre, nacida en París en 1929, sovietóloga y miembro de la Academia Francesa, que le viene su atracción como periodista y novelista por los asuntos de Rusia. Hélène Carrère d'Encausse es hija de aristócratas georgianos -Georges Zourabishvili y Nathalie von Pelken-, que hubieron de abandonar su país cuando Lenin decidió cambiar su doctrina de independencia para los pueblos que habían formado parte del imperio ruso. Durante sólo 3 años, de 1917 a 1920, Georgia fue soberana; a partir de 1921 el país perdió de nuevo su independencia siendo anexionado a la URSS.  Desde siempre Hélène se sintió atraída por la Historia del país de sus ancestros y transmitió esta afición a su propio hijo.
Emmanuel Carrère en su faceta de novelista es fundamentalmente escritor de no ficción. El año 2000, según confesaba en el prólogo de su novela El Reino aparecida en 2015, abandonó la novela de ficción refugiándose desde ese mismo instante en la escritura de No-Ficción, ese género narrativo cuya invención algunos atribuyen a Truman Capote en 1966 con su novela A sangre fría. En septiembre del año 2015, precisamente el año en que con "El Reino" el escritor francés publiqué en este blog una entrada sobre esta tendencia narrativa también denominada Nuevo Periodismo en la que hago un breve recorrido por la misma desde USA hasta nuestro propio país. En esta hora de Rusia y de Ucrania, en que se dirime el futuro de Europa y de todo el mundo, cuando lo que creíamos ficción ha cruzado la línea que la separaba de la realidad creo que este post vuelve a tener interés.
Emmanuel Carrère Zourabichvili siempre se ha interesado por la historia de la antigua URSS, en especial de la Georgia de sus abuelos. Es por esto que sus visitas a Moscú, a Tiflis, a San Petersburgo y a otras localidades de la antigua URSS como Kiev u Odessa, han sido y son frecuentes. Precisamente fue la visita a una ciudad de la Rusia profunda, Kotilnech, para cubrir la noticia de la liberación tras 55 años de cautiverio de Andras Toma, un soldado húngaro detenido por los rusos al caer Budapest en 1944, dado por muerto en 1954 y que permaneció en un sanatorio psiquiátrico de esta localidad desde 1947 hasta 1999 lo que será un revulsivo para él que le llevará a indagar y a reflexionar sobre su biografía personal y familiar. Este proceso íntimo y parental lo presenta en Una novela rusa, obra de no ficción publicada en 2007 (en España la publicaría Anagrama en 2008). Fue precisamente este título la novela con la que yo entré en la literatura de Carrère y que en estos momentos tanto estoy recordando. Desde luego, -lo creo firmemente-, es una lectura más que pertinente para acercarse de otra manera al sentir de un país en guerra desde la caída del Telón de Acero consigo mismo.
Una novela rusa sirve para acercarse a la vida real en Rusia; el escritor en este libro realiza un recorrido en paralelo de la vida de su abuelo refugiado en Francia en 1921 y ese soldado húngaro, Andras Toma, detenido al caer Budapest bajo los tanques soviéticos en 1944, dado por muerto en 1954 a pesar de que permaneció en un sanatorio psiquiátrico de Kotilnech desde 1947 hasta 1999. [en mi blog tengo reseña hecha en septiembre de 2015 de esta interesante novela].
Pero ha sido la actuación del máximo dirigente de Rusia en la actualidad, Vladimir Putin, lo que me ha hecho recordar otra más que interesante novela del escritor francés. Me refiero a Limónov, novela aparecida en Francia en 2011 (en España, Anagrama la publicó el año siguiente) que Carrère escribió por la atracción que el personaje real de Eduard Limónov ejerció sobre él. Es Limónov un personaje atractivo por lo contradictorio que es en sí mismo y lo difícil que resulta encuadrarlo debidamente en un tipo de persona: «¿héroe o villano, seductor de bellas o seducido por ellas, fascista de nuevo cuño o demócrata sin fisuras, triunfador o derrotado en letras...?» -escribo yo en la reseña que hice tras leer esa estupenda novela-. 
Este ser poliédrico, con tantas aristas, tan difícil de definir con solvencia atrae a Emmanuel Carrère en cuanto cruza unas palabras con él. Será a su través que el novelista y periodista francés indagará y profundizará en la evolución de la realidad de Rusia desde la época de Stalin hasta la de Putin. A propósito de la actual crisis bélica desatada en Ucrania es interesantísimo leer hoy todo lo que aparece en esta novela de No-Ficción escrita hace once años. La biografía de este Eduard Limónov viene a decir Carrère sólo es entendible teniendo presente las hambrunas de Stalin que diezmaron Ucrania y otras zonas de la URSS y la desordenada evolución experimentada por el país tras la caída de la URSS. 
En la reseña que en abril de 2016 dediqué a esta excelente novela de Emmanuel Carrère escribí lo siquiente:
«Esta no-ficción se centra en esos años tumultuosos durante los que un sistema político y económico de 70 años de existencia se transmuta en el opuesto de una manera salvaje y sin control. Al respecto no diré más, pero sí mostraré una cita extraída de esta novela que considero muy significativa:
    • "De los sesenta y cinco años de esperanza de vida en 1987, el ruso varón pasó a cincuenta y ocho en 1993." (pág. 225)»
Creo por todo lo dicho hasta aquí, recordado gracias a, como digo al principio de esta entrada, el buenísimo reportaje publicado por El País Semanal el pasado domingo seis de marzo, que volver los ojos al escritor, novelista, periodista y realizador cinematográfico que es Emmanuel Carrère no sólo merece la pena, sino que, me atrevería a decir, es poco menos que obligado.

Os dejo aquí los enlaces a las distintas entradas que sobre Carrère y Rusia tengo hechas en El blog de Juan Carlos: